Brasilia, 1 feb.-  El presidente Luiz Inácio Lula da Silva valoró hoy el papel decisivo del Poder Judicial en la defensa de la sociedad brasileña, al discursar en la apertura del año legislativo en el Supremo Tribunal Federal (STF).
«Es nuestro deber registrar el papel decisivo del STF y del TSE (Tribunal Superior Electoral) en la defensa de la sociedad brasileña contra el arbitrio», afirmó Lula.Desde esta sala, agregó, «contra la cual se volvió el más concentrado odio de los agresores, partieron decisiones valientes y absolutamente necesarias para enfrentar y detener el retroceso, el negacionismo y la violencia política».

El fundador del Partido de los Trabajadores aludió de esta forma a la intentona golpista perpetrada por adeptos radicales del derrotado mandatario Jair Bolsonaro que invadieron y depredaron el 8 de enero las sedes del Congreso Nacional, el STF y la Presidencia.Al respecto, Lula comentó que esos actos antidemocráticos no nacieron de «generación espontánea» y atribuyó el vandalismo a Bolsonaro, quien aparece entre los investigados por los hechos.

De acuerdo con el exsindicalista, el acontecimiento golpista fue «cultivado en sucesivas embestidas contra el Derecho y la Constitución, con el objetivo de sostener un proyecto autoritario de poder». Reconoció que se sintió «profundamente indignado» con la destrucción del STF por los bolsonaristas (partidarios del exmilitar).

«Sé que llevaré esa indignación para el resto de mi vida, y sé que ella me hizo redoblar la disposición de defender la democracia conquistada a duras penas por el pueblo brasileño», remarcó. Antes de Lula, la presidenta del Supremo, ministra Rosa Weber, instó también en un discurso a la defensa intransigente de la Constitución.

Señaló que aquellos que concibieron, practicaron, insuflaron y financiaron los actos antidemocráticos serán castigados.«Que los enemigos de la libertad sepan que en el suelo sagrado de este tribunal el régimen democrático, permanentemente adorado, permanece inquebrantable», apuntó Weber.

Subrayó que «frustrado quedó el real objetivo de los que asaltaron las instituciones democráticas: el ultraje solo podría resultar, como resultó, en el enaltecimiento de la dignidad de la Justicia, y en el fortalecimiento del valor insustituible del principio democrático, jamás en el envilecimiento del Poder Judicial».

(Tomado de Prensa Latina)