La justicia vive encarcelada
Hace 12 años en los Estados Unidos la justicia vive encarcelada.
Este domingo 12 de septiembre, cinco cubanos cumplen 12 años de estar prisioneros en cárceles de los Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.
El país que se proclama el más antiterrorista del mundo mantiene tras sus rejas a Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, René González, Ramón Labañino y Fernando González, apresados cuando monitoreaban desde las organizaciones ultraderechistas de Miami, las acciones criminales organizadas contra Cuba.
Desde su detención, los Cinco han sufrido todo tipo de violaciones de los Derechos Universales del Hombre. Con ellos se vulneran las Reglas Mínimas Internacionales
adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955.
Esas normas fueron aprobadas por el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV), del 31 de julio de 1957, y 2076 (LXII) del 13 de mayo de 1977.
Sin embargo, en la madrugada del 12 de septiembre de 1998 los hogares de los luchadores cubanos residentes en los Estados Unidos resultaron forzados y ya entonces recibieron las primeras muestras de irrespeto a la dignidad del ser humano.
La permanencia en el “hueco” durante 17 meses sin tener la posibilidad real de ser oídos por un juez u otra autoridad, la aplicación de un proceso judicial turbio y totalmente politizado y la imposición de las condenas más severas para sus cargos, expresan la injusticia humana y judicial que se comete desde entonces contra los Cinco.
Nuevamente estuvo en el ''hueco'' Gerardo en días recientes, sin saber el motivo de tal aislamiento y cuando presentaba problemas de salud.
Todo indica que el sistema penitenciario estadounidense "olvidó" el principio 22.2 que alega, en una de sus partes: “disponer el traslado de los enfermos cuyo estado requiera cuidados especiales, a establecimientos penitenciarios especializados o a hospitales civiles”.
Con Gerardo y también con sus cuatro hermanos igualmente obviaron el acáoite 31 que refiere: “Las penas corporales, encierro en celda oscura, así como toda sanción cruel, inhumana o degradante quedarán completamente prohibidas como sanciones disciplinarias”.
La negativa de visa para viajar a Estados Unidos a Olga Salanueva y Adriana Pérez, respectivas esposas de René y Gerardo, se incluye también en esta historia de crueldad y violaciones que ya va por12 años.
Valdría la pena que el presidente Barack Obama y los órganos judiciales norteamericanos repasaran esos documentos legales que contienen las normativas sobre el trato y cuidado de todas las personas sometidas a cualquier forma de detención o prisión.
Estas son aplicables a todos los individuos en el territorio de un Estado, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, origen nacional, étnico o social, posición económica o cualquier otra condición.
Pero el odio acumulado por el imperio contra la Revolución Cubana en más de 50 años, recae en hombres como Antonio, Gerardo, René, Ramón y Fernando, y las vioaciones continúan mientras la justicia sigue encarcelada.(Lubia Ulloa Trujillo /AIN)