Cuba declina participar en Centrocaribes de Mayagüez-2010

Cuba declina participar en Centrocaribes de Mayagüez-2010La Habana, 27 feb .- El presidente del Comité Olímpico Cubano (COC), José Ramón Fernández, anunció que Cuba no asistirá a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez-2010 como consecuencia de los obstáculos puestos por el gobierno de Estados Unidos.

Información del Comité Olímpico Cubano y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación

El COC y el Instituto Cubano de Deportes (INDER) "han decidido dar a conocer de manera oficial que Cuba no participará en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Mayagüez-2010", reza la comunicación.

Fernández leyó la declaración del COC y el INDER ante un numeroso grupo de atletas, entrenadores y otrora destacadas figuras del músculo en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de esta capital.

"El tiempo de espera razonable, después de cuatro prórrogas concedidas por el movimiento deportivo cubano a los organizadores de Mayagüez-2010 se agotó", advierte el documento, que reconoce el esfuerzo de las autoridades deportivas puertorriqueñas.

Cuba preparó más de dos mil atletas con el objetivo de escoger a la embajada deportiva a la lid en tierras boricuas, en la cual aspiraba a mantener la hegemonía que alcanzó en las siete ediciones en las cuales participó desde Panamá-1970.

Sin embargo, la declaración advierte que "las experiencias acumuladas en eventos desarrollados en territorio puertorriqueño no han sido buenas".

"Los integrantes de las delegaciones que participaron en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Juan-1966, Ponce-1993 y la etapa clasificatoria del I Clásico Mundial del año 2006, aún recuerdan con justo desagrado, las constantes agresiones, provocaciones e insultos y presión permanente a la que se vieron sometidos", agrega.

En el país caribeño "grupos de contrarrevolucionarios cubanos actúan de manera impune y han hecho del terrorismo, la intolerancia y el fascismo en su versión norteamericana, un modo de vida bien pagado y auspiciado por varias administraciones estadounidenses.

Cuando Mayagüez ganó la sede, en la Asamblea General Extraordinaria de la Organización Deportiva Centroamericana y Caribeña (ODECABE) de La Habana, en mayo de 2004, Cuba expresó con claridad su posición, recuerda la declaración del COC y el INDER.

Desde entonces, Cuba advirtió al Comité Organizador de los Juegos, a la ODECABE y al Comité Olímpico de Puerto Rico que "debían cumplir cabalmente lo establecido por los reglamentos para este tipo de competencia y que Cuba no aceptaría ningún tipo de trato discriminatorio".

De octubre de 2007 a febrero de 2010, las autoridades deportivas cubanas sostuvieron más de 45 encuentros, reuniones, intercambios de correspondencia o llamadas telefónicas con sus homólogos de Puerto Rico y la ODECABE.

Cuba reclamó "visado para toda la delegación, a partir de lo establecido en el Estatuto de la ODECABE y permiso de aterrizaje en un aeropuerto apropiado del territorio puertorriqueño y la seguridad de que no serían confiscados los aviones de la línea aérea Cubana de Aviación".

También, similares "condiciones de alojamiento, transportación interna" que el resto de las delegaciones y el acceso sin trabas al resto de la prensa y otros integrantes del grupo de apoyo.

Al mismo tiempo llamó a la implantación de "condiciones de seguridad y tranquilidad, evitando presiones y provocaciones" y adelantó que no admitiría, "bajo ningún concepto, que la delegación, cuando llegara a Puerto Rico, fuera sometida a tratamientos reservados para los ciudadanos de los países considerados terroristas".

Cuba, reconoce, finalmente, los "permanentes y denodados esfuerzos" de las autoridades deportivas de Puerto Rico y su pueblo, pero advierte que se agotó el tiempo razonable de espera dado a los organizadores de Mayagüez-2010.

Como consecuencia de "de la posición asumida nuevamente por el gobierno norteamericano de obstaculizar y no acceder a justas solicitudes", decidió no asistir y exhortó a las organizaciones deportivas internacionales a tener más cuidado a la hora de otorgarle la sede de algún evento a un país que viola el derecho internacional.(PL)