Presidente cubano asiste a ceremonia de beatificación
Camagüey, Cuba, 29 nov .- El presidente de Cuba, Raúl Castro, asistió hoy a la beatificación del fray José Olallo Valdés (1820-1889), en esta ciudad cubana, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Raúl Castro estuvo acompañado de Esteban Lazo, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, y otros dirigentes.
José Saraiva Martins, prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, celebrante principal, leyó la Carta Apostólica que proclama beato al Hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
El Padre Olallo, llamado así popularmente sin ser sacerdote, es declarado por la Iglesia Católica bendito por la intercesión de un milagro.
En el 2006 el Papa Benedicto XVI nombró Venerable al religioso enfermero que vivió en Puerto Príncipe (hoy Camagüey) por 54 años atendiendo a los leprosos, esclavos y pobres.
El Papa, tras un proceso iniciado en 1989, en ocasión del centenario de su fallecimiento, aprobó la beatificación.
A la ceremonia de la primera beatificación efectuada en suelo cubano, acudieron todos los obispos en la Isla y también el representante del Papa en Cuba el Nuncio Apostólico, Monseñor Luigi Bonazzi.
También William Martin Forkan, Superior General de la Orden Hospitalaria Hermanos San Juan de Dios.
El diácono Miguel Ángel Ortiz de la Iglesia de la Soledad en esta ciudad obsequió al presidente cubano una Biblia políglota en nombre del arzobispo de Camagüey, Juan García Rodríguez.
Estuvieron además más de un centenar de hermanos de la Orden Hospitalaria Hermanos de San Juan de Dios y representantes de las arquidiócesis de Cuba y el resto del mundo.
Posteriormente al rito se realizó la peregrinación hasta la Plaza San Juan de Dios, para devolver los restos del fraile a la Capilla de la iglesia con igual nombre, donde reposan desde el 2004.
Olallo llegó a Camagüey, a unos 500 kilómetros al este de La Habana, muy joven para cuidar y asistir en el hospital San Juan de Dios a los enfermos de la epidemia de cólera morbo de 1835.
Su actuación humanitaria y cristiana como religioso profeso de la Orden sobresalió particularmente durante la Guerra de independencia de los diez años (1868-78).
Fue él quien recogió y limpió el rostro ensangrentado y enlodado del más grande de los próceres camagüeyanos, Ignacio Agramonte, arrojado por soldados españoles el 12 de mayo de 1873 en la Plaza San Juan de Dios.
Olallo nació de padres desconocidos el 12 de febrero de 1820 y fue expósito de la Casa Cuna de San José de La Habana, donde definió su vocación como Hermano Hospitalario de San Juan de Dios.
Murió el 7 de marzo de 1889 con gran fama entre los lugareños.
La sociedad de entonces lo llamó, entro otros calificativos, el Padre de los pobres, cuya meritoria y humana obra trasciende en el legado de tradiciones y leyendas del Camagüey.
Los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios crearon la primera facultad de medicina en Cuba, en el hospital habanero donde trabajaban.
Actualmente la orden religiosa mantiene en la isla a su cargo la asistencia de un sanatorio para pacientes psiquiátricos y la clínica de San Rafael en La Habana.
También el hogar para ancianos Padre Olallo, en esta oriental provincia, fundado en 1999.
En el mundo han sido declarados 573 beatos y 18 santos por el Papa Benedicto XVI, en sus casi tres años de mandato pontífice.(PL)