La Avellaneda, camagüeyana y eternamente cubana

La Avellaneda, camagüeyana y eternamente cubanaPor: Yanais Vega Bacallao

Era el año 1822, un día como hoy, 23 de marzo, y la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe era testigo del advenimiento de una de sus figuras más ilustres: nacía Gertrudis Gómez de Avellaneda en el seno de una acaudalada familia.

No pasaría mucho tiempo sin que a la vida de la pequeña llegaran, a través de las influencias del padre, sus primeros acercamientos a la literatura. Horas enteras pasaba a diario en aquel cuarto de libros donde, entre las obras de Lord Byron, Victor Hugo, y François-René de Chateaubriand, entre otros, transcurrieron su infancia y primeros años de juventud.

A los 22 años de edad cuando parte hacia España, la Tula escribía cuentos, poesías y narraciones fantásticas. En esa época se denotan ya en su en su obra los matices del Romanticismo, así lo plasmaba en su soneto “Al Partir”, escrito el nueve de abril de 1836 a bordo del barco que la llevó a España.

El hecho de haber realizado su mayor producción literaria en ese país ha creado grandes polémicas en torno a su nacionalidad literaria. Unos dicen que es española, otros que cubana, mucho se ha analizado su obra, sin embargo Cuba está presente en todos los géneros literarios recorridos por ella, ya sea en la descripción de un paisaje, en los personajes protagónicos, o en frases que demuestran sus sentimientos hacia su tierra natal.

En la novela Sab, publicada en 1841 y ubicada en un escenario cubano, se ve su aversión a la esclavitud, a la desigualdad entre los hombres, aboga por la igualdad de la mujer y por la libertad de sus sentimientos.

Es en esa novela donde más que una historia de amor, se demuestran los ideales de una mujer que, desafiando los cánones dictados por la sociedad de su época, emite criterios que van en contra de las leyes de ésta.

EL inmenso amor hacia Cuba y a su Puerto Príncipe natal, superó los avatares personales que la afectaron durante toda su vida, así los demostró en innumerables ocasiones, como aquella cuando al saberse excluida de una lista de poetas cubanos expresó firmemente amar con toda su alma la hermosa patria que le dio el cielo.

"No es posible que pretendan negarme mi derecho de nacimiento en Puerto Príncipe". Tula, tu espíritu siempre rebelde e incansable puede estar en paz. Ya van más de 200 años de tu natalicio y Camagüey no tendrá dudas jamás de que eres nuestra y serás eternamente cubana.( Tomado de Radio Cadena Agramonte)