Josefa Márquez Páez, paradigma de pedagogos santacruceños

Josefa Márquez Páez, paradigma de pedagogos santacruceñosSegún la prédica martiana: “Donde quiera que un hombre se afirma, el sol brilla”. Es así como se reconoce la obra de infinito amor a la cual se ha dedicado durante más de cuatro décadas una eficaz santacruceña, quien a la vez que educa reafirma su vocación por tan noble carrera.

Llega profundo el deleite cuando se honran los quehaceres formadores desde las aulas y se emplea la inteligencia con lealtad natural.

Josefa Márquez Páez, paradigma de pedagogos santacruceñosA Josefa Márquez Páez siempre le inspiró el magisterio. “En el año 1968 nuestro Comandante en Jefe Fidel hizo un llamado a la juventud cubana para preparar profesores a través de un curso emergente, debido a la escasez que había de maestros en las secundarias básicas. Al escuchar las palabras de este gran líder di mi disposición y me incorporé a la preparatoria en Camagüey. Desde pequeña esta vocación creció en mí”.

Impartiría, dos años después, a estudiantes de séptimo y noveno grados de Santa Cruz del Sur, las asignaturas Español y Literatura. “Como mi primer hijo fue en los primeros años de vida muy enfermizo, decido continuar esta tarea en la escuela primaria Máximo Gómez, con educandos de quinto y sexto, además de acometer funciones como jefa de ciclo y directora en ese propio plantel durante varios cursos. De esa etapa tengo buenos recuerdos – aseveró- tanto de mis colegas como de los padres de cada uno de los niños y niñas”.

La imprescindible capacitación la convierte en metodóloga integral de la Enseñanza Primaria. Luego esta responsabilidad la materializa en las materias Ecuación Laboral y Educación Artística y finalmente metodóloga de la Educación Especial. Esta última faena le permite asumir la dirección por entrenamiento de la escuela especial Tania La Guerillera, cuando el máximo directivo de ese colegio se enferma.

Reflexiona acerca del inmenso amor que se requiere depositar en los alumnos que ingresan a este tipo de colegio. “Me ha dado la posibilidad, como directora, de ganarme el cariño de estos infantes, la admiración de sus progenitores y la comunidad. Logramos darles los conocimientos necesarios para que sean independientes en sus hogares y puedan seguir, muchos de ellos, integrándose a las escuelas de oficios para serles útiles a la sociedad”.

Ya con 60 años en el calendario personal “siento la necesidad de seguir trabajando mientras las fuerza me lo permitan”, subraya la Márquez. Con modestia afirma: “Sé que estos estudiantes me necesitan. También apoyo a los jóvenes maestros en todo lo necesario, siendo ejemplo ante ellos para que se conviertan en evangelios vivos. En estos momentos tenemos en el plantel 10 discípulos de la Escuela Formadora de Maestros realizando las prácticas docentes. Son apoyados por educadores previamente designados”.

Comenta cómo se forman circulos de interés en el Preuniversitario Henry Reeve, de esta cabecera, a fin de estimular la vocación, y también desarrollarla hacia las especialidades de la Logopedia y Defectología.

Esta Master en Ciencias de la Educación no deja de superarse, “porque tengo un Proyecto Institucional dirigido al trabajo político-ideológico con estos infantes de la Enseñanza Especial. Ya lo estoy generalizando hacia otros educadores de otras enseñanzas. Así el patriotismo y otros valores, desde la obra de José Martí seguirán nutriendo las almas, y en este proyecto también está incluida la familia”.

Sobre las actividades programadas por la Jornada del Educador, hasta el 22 de diciembre, nos mencionó varias, como la del amigo secreto, a través de la cual unos a otros se envían escuetos escritos de gran sensibilidad humana; los días del té; del disfraz, y otra de suma importancia, el encuentro de jubilados del sector con bisoños profesores, y estimularán en ese centro a todos los retirados de las distintas Educaciones.

“Ellos lo merecen, son muy valiosos. Te hablo no solo del maestro, igualmente la auxiliar de limpieza. Todos contribuyen en la formación de los escolares”.

Indicó finalmente cómo el mayor valor de un docente es ser paradigma de las nuevas generaciones: “Debe ser muy patriota… ser lo máximo ante la sociedad”. (Radio Santa Cruz)