Máximo Gómez, paradigma de internacionalismo

Máximo Gómez, paradigma de internacionalismoLa figura épica del dominicano Máximo Gómez Báez, es hoy para cada cubano un paradigma de internacionalismo desinteresado, de afecto entrañable por la patria cubana que lo acogió con amor y lo ensalzó hasta la gloria merecida que acuñó con las innumerables proezas de la que fue protagonista y gestor.

Nacido en Baní, República Dominicana, un 18 de noviembre de 1836, hace ya 175 años, Máximo Gómez procedía de una familia humilde. De sentimientos patrióticos profundos, siendo un adolescente, se suma a la lucha por la independencia de su país contra la invasión haitiana, y participa activamente en los combates dando muestras de gran valor.

Más tarde, asentado en Cuba con su familia, se incorpora a la gesta mambisa iniciada por Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de octubre de 1858 en La Demajagua.

Por sus conocimientos militares, le asignan el mando de un grupo de insurrectos, quienes por primera vez utilizan la carga al machete como arma mortífera en la contienda, tipo de combate que caracterizaría en adelante a los mambises cubanos, y que sería el terror de las huestes españolas.

Innumerables son las acciones militares que llevó a cabo Gómez durante la guerra de los Diez Años, demostrando su capacidad como estratega militar, talento que valió para que los cubanos le dieran el título honorífico de El Generalísimo.

Enfrentamientos con el enemigo español como en las batallas de Las Guásimas, Palo Seco, El Naranjo y La Reforma, llevan la firma indeleble del genio militar y el valor heroico de este hombre que entregó todo a la causa de los cubanos, quien en medio de la manigua, con las responsabilidades del mando militar, encontró lugar para entregar su amor a su esposa Manana y sus numerosos hijos, quienes siempre lo acompañaron en la gesta libertaria.

Hoy a 175 años del natalicio de Máximo Gómez Báez, las generaciones presentes lo recuerdan como el más brillante militar de las guerras independentistas cubanas, protagonista de la Invasión de Oriente a Occidente, una de las hazañas militares más impresionantes de su época, y ejemplo imperecedero de austeridad, altruismo, sencillez, bondad, y firmes e insoslayables principios revolucionarios e internacionalistas.

Máximo Gómez Báez, General de Generales, nuestro Generalísimo, hoy se yergue en toda su estatura sobre su cabalgadura, para señalarnos el camino, para guiarnos al combate en la defensa de nuestra patria, nuestros principios, y la libertad conquistada. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)