Padres santacruceños satisfechos en su día

Santa Cruz del Sur, 19 jun.- Destacada es la función de los hombres, tanto como la de las mujeres, cuando ellas propician que ellos se conviertan en padres, condición catalogada por muchos, como el mayor obsequio de la vida.

Desde la propia procreación del feto ya es noticia bien recibida en la familia. Comienzan a generarse planes e ideas alrededor de este maravilloso acontecimiento, el que se torna inmenso cuando la indefensa criaturita llega al mundo para recibir alimentación, abrigo, mimos, amor, recibe como derecho fundamental nombre y apellidos, tendrá entonces los mismos derechos y libertades públicas que los adultos en la mayoría de los países desarrollados.

Durante todo el proceso de la maternidad el progenitor disfruta de las etapas por la que la concepción transita, ofrece apoyo integral a la futura madre, preocupándose porque exista un equilibrio espiritual para favorecer el crecimiento y nacimiento feliz del niño o niña.

La Constitución de la República de Cuba en el artículo 35, indica cómo el Estado protege a la familia, la maternidad y el matrimonio. Entretanto el artículo 37 hace alusión al derecho que por igual tienen todos los hijos, sean habidos dentro o fuera del matrimonio.

Los progenitores en nuestro país, en la inmensa mayoría de los casos, se ocupan de manera constante con todo lo relacionado a los críos, los educan y forman a través de su propio ejemplo, acorde a los principios de nuestra sociedad Socialista.

Los abuelos y papás transmiten experiencias, ofrecen consejos, deseando que sus descendientes transiten correctamente por los caminos tomados por ellos, para que sean en el futuro entes esenciales en su patria.

Nada supera los hijos

Yoannis Guerra Alcalá toma la acera para dar un breve paseo al pequeño Anislei. “Ya cumplió el año de nacido, y todos los días le doy gracias a la vida por haberme dado a este nené. Junto a su mamá, mi esposa, propiciamos que tenga lo indispensable, sobre todo, y amor sin fin. Estoy satisfecho de ser papá. Me tiro en el piso y juego con él, le hablo mucho entre besos y bastantes ternuras”.

Gianna hace dos meses que vino al mundo. “Ella es mi reina”, afirma Alexis Cabeza Revolta. “Es una bendición… Nunca pensé tener hijos, los matrimonios anteriores los hice con mujeres mayores, siempre con hijos, aunque con ellos fui un padrastro ejemplar y hoy por hoy me tratan como un padre. Nada supera a los hijos, ni el don de ser papá. Vamos a contribuir a la crianza de la niña, y será una buena pionera”.

Abrahán Carmenates Betancourt tiene 75 años, pero supo “sembrar”, ahora puede recibir en gran anchura la pasión de sus seis hijos, doce nietos y nueve bisnietos. “Siempre he sabido cómo educarlos. No tengo las mismas fuerzas de la juventud, pero sí me hubiera gustado tener más muchachos. Todos son y serán revolucionarios. No me puedo quejar, es una gran familia, hay unidad siempre, por el respeto y el cariño verdadero”.

“Cuando uno se convierte en padre, ya entraña una responsabilidad. El pensamiento siempre está puesto en los vástagos. Tengo dos varones y una hembra, próxima a parir, sabemos que trae varón, aunque me convertiré en abuelo, volveré a ser padre. No habrá preferencias, a los cuatro los querré de la misma manera, aunque haya más condescendencia con el pequeñín. El mayor regalo que puedo recibir de mis hijos, es que sean estudiosos y mantenernos juntos y en familia”.

Santiago SantaCruz
Cortesía para Radio Santa Cruz