Mujer, aroma y escudo

Mujer, aroma y escudo“Mujer es aroma y escudo, y se espera de ella todo género de bienes…”. Esta es la sentencia con que nuestro José Martí definió a las féminas.

Así puede también catalogarse la mujer santacruceña, protagonista de batallas cotidianas: en la industria, en la agricultura, en los servicios, el comercio, en el hogar, el centro laboral, en las misiones internacionalistas, en la defensa de la Revolución.

El 2009 fue un año de duras pruebas para la familia sureña, el dolor y la pérdida de viviendas y bienes materiales hicieron aflorar lágrimas que fueron como perlas en los rostros graves ante tanta desolación causada por los meteoros que azotaron el territorio.

Pero, a pesar de eso, las mujeres supieron sobreponerse a la tragedia personal e integrarse a la recuperación, al esfuerzo y sacrificio colectivo para llevar adelante los planes trazados por la Revolución en la construcción de un nuevo Santa Cruz. Y como  dignas herederas del ejemplo de Mariana, de Haydeé, Ana y Vilma dan ese toque de ternura y sensibilidad que la mujer cubana posee.

¿Cuántas batallas cotidianas libradas en el hogar, en la escuela, en la vida conyugal? ¡Cuánto empeño por salir adelante, sin más armas que ese sentimiento tierno y maternal de proteger la familia, y defender el proyecto social que las ha dignificado para siempre! ¡Así son las mujeres cubanas! ¡Así son las mujeres santacruceñas!
 
Hoy las sureñas caminan firmes y optimistas por los senderos de la esperanza y el amor, construyendo un futuro mejor. Gracias  por iluminar, como aroma y escudo, cada instante  de nuestras vidas. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz).