Vivencias de niñez emocionan a jubilada radialista de Santa Cruz del Sur
Santa Cruz del Sur, 5 mar.- Vivencias de la niñez que impactaron a Nilda Cecilia Sotolongo Castellanos, jubilada radialista de Santa Cruz del Sur, que quiso exponer espontáneamente para su publicación. Imágenes en blanco y negro siguen imborrables en la memoria de la nacida en el otrora batey de Yegua Dos.
“Tenía algo más de siete años cuando fui a vivir con unos tíos y primas míos al Reparto La Ceiba del municipio habanero de Mariano. Con ellos tenía pocas relaciones. Su trato amoroso ayudó a que me adaptara poco a poco a un entorno sin el cacareo de las gallinas, el bramido de las vacas, ni el relinchos de caballos”, comentó.
Con esos familiares suyos la guajirita fue hasta la ancha avenida capitalina para ver la llegada de la caravana de la libertad con Fidel al frente.
“La multitud era inmensa. Nos unimos fuertemente con los brazos. Sin esperarlo de un empujón fuí separada de mis parientes. Pero no me fui de allí sin ver a cierta distancia al barbudo líder. Venía montado en un tanque de guerra junto a Camilo y otros rebeldes. Muchos de ellos traían roto el uniforme verde olivo. Me parece verlos. La efervescencia popular era inmensa”, señaló.
Tiempo después experimenta un inesperado suceso el cuatro de marzo de 1960. “Cuando regresaba de la playa en una máquina con mis tíos y primas se produjo fuerte explosión que removió el vehículo y destruyó vidrieras cercanas. El chófer manifestó que lo escuchado procedía del puerto. Hasta allá condujo el chófer el carro.
“Pocos minutos bastaron para que otra gran detonación inundara de humo y lluvia de arena el lugar. El ruido de las sirenas, la confusión, el auxilio a personas con todo o casi todo el cuerpo desmembrado me llenaron de terror. Desde entonces vivo con ese triste recuerdo”, puntualizó con tristeza.
Han transcurrido más de seis décadas del criminal hecho, pero Nilda Cecilia Sotolongo Castellanos, locutora y directora jubilada de la emisora local Radio Santa Cruz, condena desde sus lágrimas de mujer cubana el sabotaje perpetrado por el imperialismo yanqui al vapor francés La Coubre. El dolor de aquella tarde gris no se le desprende.