Una tigresa da positivo para coronavirus, primer caso conocido en el mundo
Una tigresa en el Zoológico del Bronx, en Nueva York, Estados Unidos, dio positivo para el virus que provoca la COVID-19 y otros seis felinos mayores muestran síntomas consistentes con la enfermedad, anunció el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
“Es la primera vez que tenemos noticia de un animal silvestre que contrae la COVID-19 de una persona” dijo Paul Calle, veterinario en jefe del zoológico.
La tigresa malaya, llamada Nadia, probablemente contrajo el coronavirus de un guardaparques infectado desconocido pero asintomático. “Es lo único que tiene sentido”, afirma Calle.
El zoológico permanece cerrado a los visitantes desde el 16 de marzo. Muchos animales domésticos han dado positivo para SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, incluidos pomeranos y pastores alemanes en Hong Kong y un gato en Bélgica.
Los félidos, tanto silvestres como domésticos, son vulnerables al coronavirus felino pero hasta hace poco, no se sabía si podían contraer SARS-CoV-2. Un estudio chino reciente encontró que los gatos podrían infectarse entre sí y los científicos se apresuran a identificar qué otras especies pueden ser infectadas por el virus.
Primicia mundial en el Zoológico del Bronx
Después de presentar tos seca a finales de marzo, a la tigresa malaya de cuatro años Nadia, se le hizo la prueba del virus el 2 de abril, según Calle. La hermana de Nadia, dos tigres siberianos y tres leones africanos también presentan tos y pérdida de apetito, aun cuando no se les ha hecho la prueba.
El zoológico tiene siete felinos bajo cuidado veterinario a la espera de que se recuperen.
Calle dice que Wildlife Conservation Society, la asociación sin fines de lucro que administra el zoológico, advirtió en un comunicado de prensa que todavía no se sabe cómo se desarrolla la enfermedad en animales.
Cuando Nadia comenzó a mostrar síntomas, el equipo veterinario corrió una serie de
pruebas diagnósticas y exámenes de sangre. “Tomando en cuenta lo que sucede en la ciudad de Nueva York, por supuesto que le hicimos la prueba de COVID” declara Calle.
El equipo tomó muestras tras sedar a Nadia. Enviaron las muestras al Laboratorio estatal de diagnóstico en la Universidad de Cornell y al Laboratorio de la facultad de medicina y diagnóstico veterinario de la Universidad de Illinois.
“No es el mismo tipo de análisis que los servicios de salud ofrecen a las personas –afirma Calle– así que estos análisis no compiten entre sí, son situaciones muy distintas”.
De acuerdo con USDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), no hay evidencia de que los animales domésticos o en cautiverio puedan transmitir el coronavirus a las personas (se cree que el virus que infecta a los humanos probablemente se desarrolló de un coronavirus estrechamente relacionado que se encuentra en los murciélagos).
- ¿Qué sigue?
Esto es completamente nuevo, dice Calle, así que hay muchas preguntas sin respuesta, incluyendo si tigres y leones son más susceptibles al coronavirus que otros animales. Ningún otro gran felino, incluidos leopardos de las nieves, guepardos, panteras nebulosas, leopardos de Amur y un puma, muestran síntomas.
Guardaparques de todo el país hacen esfuerzos extra para proteger a los grandes simios en su cuidado porque estos fácilmente pueden contraer enfermedades respiratorias de los humanos, y expertos han advertido que pueden ser particularmente vulnerables al coronavirus.
El equipo del Zoológico del Bronx ha compartido ampliamente la información del diagnóstico con las comunidades científicas y zoológica, afirma Calle.
“Sospecho que hay más casos y ahora que compartimos esta información tengo la corazonada de que aparecerán casos similares”.
Dan Ashe, presidente de la Asociación Estadounidense de Zoológicos y Acuarios (AZA) que certifica a más de 200 zoológicos en Estados Unidos, incluido el del Bronx, elogió al equipo de Calle por su rápida respuesta.
Ashe dice que AZA ha ayudado a distribuir información de USDA, que advierte sobre la transmisión potencial de humanos a félidos, a raíz de lo del Zoológico del Bronx, sobre mayores medidas de seguridad que incluyen el uso de mascarillas y goggles así como una distancia de dos metros –cuando sea posible– para protección de los animales.
Ashe opina que la prioridad debería ser hacer pruebas a las personas. “Si hubiésemos sabido que el guardaparques tenía COVID-19 no habría trabajado –declara–. Si el virus puede pasar de personas a felinos mayores lo más importante es hacer pruebas a las personas”.
Aún cuando Ashe está seguro de que las instalaciones certificadas por AZA continuarán
siendo proactivas, le preocupan los grandes felinos de los zoológicos improvisados y
subestandarizados de Estados Unidos. “A cualquiera que haya visto Rey tigre, ¿ustedes creen que instalaciones como esas podrían reaccionar de manera correcta ante información como esta?”.
Afirma que la mayoría no tiene veterinarios de planta y resulta improbable que se hagan pruebas. El apapacho de crías y el contacto cercano que ofrecen estas instalaciones es “problemático en el mejor de los casos”, afirma, aún más cuando CDC y USDA recomiendan mantener distancia entre humanos y entre humanos y gatos.
John Goodrich, científico en jefe y director de programa en Panthera, una organización
mundial para la conservación de grandes felinos, está preocupado por las poblaciones silvestres.
«Los grandes felinos ya enfrentan una letanía de amenazas para subsistir en la naturaleza.»
«Si el COVID-19 pasa a las poblaciones silvestres y se convierte en una causa de mortandad significativa, el virus podría convertirse en una preocupación muy seria para el futuro de estas especies”. (Tomado de National Geographic en Español)