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Telefilme cubano “Corazón Blanco” exhibe matices ante la vida

La Habana, 21 ago.- “Corazón Blanco” es el nombre del telefilme que se estrenará este jueves 21 de agosto en el capitalino cine Yara y el sábado 23 en la popular revista “Una calle, mil caminos”, que produce y transmite cada sábado el Canal Cubavisión a partir de las 2:00 p.m.

Bajo la dirección de Eduardo Eimil, el largometraje televisivo deja ver el talento de su guionista Lil Romero y su relación con el dramatizado cubano para ese medio, a través del cual se reflejan los problemas que aquejan a la sociedad de hoy.

Esta historia llegó a mí por medio de Beatriz Roussó, una de las asesoras del programa “Una Calle Mil Caminos”, quien me propuso esta idea que asumí recién terminando la grabación de la telenovela “Regreso al Corazón”, que se trasmite actualmente por televisión, y de la cual soy codirector junto a Loysis Inclán, comentó Eimil a la Agencia Cubana de Noticias .

De este guion yo me enamoré desde el inicio, porque fue algo completamente sui géneris; más bien un cuento contado a dos voces, y donde yo no tenía la menor idea de cómo se iba a convertir en un guion, que salió gracias a la genialidad de la guionista, confesó.

Resaltó, también, que la estrecha relación de amistad que tiene con Lil y los intereses en común que comparten, permitieron llegar a cierta empatía profesional, que favoreció tanto el trabajo en equipo como el resultado final.

Según el director, el nombre del telefilme proviene de la idea de que todos nacemos buenos; reflexión a la que hace llegar el padrino de religión del personaje protagónico: un corazón puede ser blanco en principio, y luego ir adquiriendo matices diferentes en dependencia de los conflictos que se van dando en la vida.

En este caso, explicó, se trata de dos jóvenes adolescentes que sostienen una relación de pareja, la cual se verá empañada por las actitudes machistas de él y las arquetípicas ansias masculinas de control que en ocasiones ejercen los hombres sobre las mujeres.

El telefilme es protagonizado por Marelys Alvarez (Sayuri “Sá”) y Raúl López (Ticó), quienes son pareja en el metraje y en la vida real; hecho que ayudó mucho, porque ambos tenían una dinámica ya ganada en cuanto a complicidad, amor, sutileza y miradas que facilitó aún más el desarrollo de la trama, agregó Eimil.

Contó, que estos dos excelentes actores que se conocieron en la Escuela Nacional de Arte y actualmente están juntos en la Universidad de las Artes, supieron intercambiar experiencias con el equipo y adentrarse en un tema, que aunque no forma parte de su día a día, es una problemática actual bien defendida a través de sus respectivos personajes.

Con respecto a los demás actores y actrices, acotó que siempre quiso un elenco de primera categoría hasta para los personajes más pequeños y lo logró; con la participación de Roberto Romero (Tony), Geyla Neira (Leonor), Amalia María Versagui (Sheila), Alter Cabrera (Denisisto), Chriss Forte (Fabio), Náyade Rivero (Teresa), Georbis Martínez (el Padrino), Luis Ángeles León (Chiky) y Fedora Torres (Osmara López).

El rodaje no podía haber sido mejor, pues trabajé con un conjunto de personas maravillosas, donde muchos de los integrantes del equipo habían sido alumnos míos de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales (FAMCA), y esto hizo que me sintiera en familia, logrando una complicidad que nos llevó a ver el trabajo como una fiesta; algo que debía durar aproximadamente 10 días, duró siete u ocho, debido a la rapidez y la relación entre todos, destacó.

Este largometraje de ficción ya promete dejar huella, aún más por contar con la composición musical de la cantante cubana Melanie Santiler para sus minutos finales, una de las figuras emergentes y talentosas del panorama musical actual.

Sobre la artista, el realizador expresó que está en un momento de ascenso y visibilidad en las redes muy intenso, lo que le gusta mucho y por eso forma parte de la banda sonora, con un tema que quizás no es lo que estamos acostumbrados a escuchar de ella, pero es algo donde puso toda su creatividad junto a Javier San Pedro, un alumno de la FAMCA, quién complementó esta propuesta.

Eduardo Eimil comentó que “Corazón Blanco” es una obra audiovisual que, aunque tiene su mensaje, prefiere decir que es un acto de comunicación que se establece entre el creador y los espectadores, donde se refleja el trabajo de todo un equipo que busca hacer reflexionar al público sobre el control machista y las razones por las cuales esto ocurre.

Concluyó que el conflicto del telefilme es un rezago del patriarcado que todavía queda en Cuba y en muchos lugares del mundo, a lo que se suman ahora las redes sociales de estos tiempos modernos, donde cualquier detonante puede afectar y de hecho afecta a la juventud de hoy. (Tomado de Radio Cadena Agramonte)