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Teatro de Cuba en 2020: hogares a telón abierto

La Habana, 1ro ene.- Los teatristas de Cuba tomaron sus hogares el 2020 como escenario predilecto para la creación debido a los infortunios a nivel internacional de la Covid-19, que postergó las actividades culturales de alta concentración de público.

 

El Día Internacional del Teatro (27 de marzo) llegó justo cuando el mundo iniciaba su lucha contra el nuevo coronavirus y una etapa de contingencia sanitaria extrema apagaba por tiempo indefinido las luces de la escena.

El teatro puede convertir el escenario en un templo, tiene un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes que caiga en el abismo, dijo el dramaturgo pakistaní Shahid Nadee.

Sus palabras, leídas para el mundo y traducidas a varios idiomas, expresaban entonces un mensaje de amor y esperanza, e invitaba a luchar contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la avaricia y el desprecio presente en el planeta.

Debido a la crisis de la pandemia la fecha tuvo que ingeniar nuevas maneras para festejar y no pasar por alto la conmemoración, que se celebra desde 1961 a partir de una iniciativa del Instituto Internacional del Teatro (IIT).

La compañía española Habana Teatro, formada por egresados de la academia cubana, interpretó desde los balcones canciones y pequeñas actuaciones para brindar fuerza a quienes trabajaban sin descanso en medio de la cuarentena.

En Cuba, las redes sociales se inundaron de mensajes, videos, audios y la televisión nacional también fue difusora de las iniciativas que los actores y actrices protagonizaron desde sus casas.

Jazz Vilá Project eligió Instagram y Facebook como escenario y, bajo las etiquetas #TeatroEnCasa y #ActoresDesdeCasa, adaptó al formato virtual una puesta con fragmentos de algunas de sus creaciones: Rascacielos, Eclipse y Farándula.

Pero no siempre fue de este modo. Unos meses antes, la escena teatral realizó múltiples eventos, puestas en escena, festejos y encuentros que derivaron en reposiciones de clásicos y estrenos de prestigiosos conjuntos locales.

En octubre de 2019 en La Habana se estrenó la obra Oficio de isla, con dirección general de Osvaldo Doimeadiós, pero el éxito de la puesta la devolvió al mismo escenario durante los dos primeros meses de 2020.

La propuesta devino gran espectáculo que procuró contar una parte de la historia de jóvenes maestros cubanos que en 1900 recibieron la propuesta de pasar un curso de verano en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

Otro de los conjuntos que prestigiaron la escena fue Argos Teatro que, bajo la dirección de Carlos Celdrán, presentaron la obra Hierro, devenida aproximación a la figura de José Martí desde la representación teatral y su dimensión humana.

Pese a las circunstancias difíciles, se realizó la habitual semana que La Habana dedica al teatro alemán y que en esta ocasión trajo consigo el estreno de seis piezas relacionadas con la literatura en lengua alemana durante los últimos 200 años.

La Nueva Normalidad devolvió de a poco las funciones teatrales, siempre tomando las medidas higiénico- sanitarias para evitar el rebrote y la propagación de la Covid-19.

Así una nueva programación se diseñó para los aficionados y el sagrado espacio de actuación volvió de la mano de Teatro D Dos con la obra Antígona, Teatro La Luna (Macbeth), teatro El público (Las amargas lágrimas de Petra von Kant) y el Trébol Teatro con la obra Hembra.

El tributo a la sapiencia de los experimentados no podía pasar por alto.

Por eso, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas de Cuba distinguió con el Premio Nacional de Teatro 2020 al director de teatro para niños Rubén Darío Salazar y el diseñador Zenén Calero.

Según la crítica especializada, ambas figuras son el alma y el corazón de Teatro de Las Estaciones, agrupación líder del arte de la figura animada en Cuba, que ha distinguido a la creación infantil de la isla en numerosos eventos teatrales del Caribe y Centroamérica. (Prensa Latina)