Talento y capacidad de soñar en las imágenes de un Almacén camagüeyano

Tres nombres de mujer conducen las historias “sugeridas”, según él mismo explicó, por grandes textos de la literatura universal, que desde imágenes contemporáneas nos cuentan realidades sin fecha de caducidad.

En el Almacén de la Imagen que hasta el próximo sábado 27 acoge la ciudad de Camagüey, tienen su sitio bien guardado materiales retadores y de vanguardia, como los de Jorge Molina, que burlan tabúes y se ríen de la suerte.

La Rebeca, joven sin el menor pudor ni discreción en su intimidad, o esa mezcla de cuerpos amándose ante una estrella de David en una suerte de exorcismo interminable, se nos dibujan con tal capacidad estética que la crudeza se rinde ante el arte.

Ante tal privilegio para los espectadores, vale la pena escuchar a Jorge Molina decir que no puede esperar para sacar adelante estos proyectos, porque son su creatividad y sus ganas de hacer las fuerzas que mueven sus cámaras, a pesar de los recursos que le puedan faltar.

Una escuela para estudiantes del audiovisual y un deleite para el público surgen de escasos presupuestos y mucho talento, premisa que también se defiende desde los talleres  que propone esta 28ª edición del evento, auspiciada por la filial agramontina de la Asociación Hermanos Saíz.

El Almacén nos enseña constantemente que —como lo demostró Jorge Molina con sus audiovisuales en el espacio Bienaventurados los audaces, y como lo hacen cada uno de los intercambios propiciados en el encuentro— lo importante es hacer, con talento y con disposición para defender lo que soñamos.

Así se prueba en los talleres de realización Más allá del pitching, en las mañanas de la sala de video Canal 11, de la Casa del Joven Creador, o en conversatorios como el que tendrá lugar en la tarde de hoy, con los realizadores Ernesto Piña y Aramís Acosta, en la filial camagüeyana de la Universidad de las Artes.

Así pretenden probarlo las obras en concurso de la vanguardia de varias provincias del país, e incluso de otras naciones, que se presentan para todos los amantes del audiovisual cada noche y en la tarde sabatina, lo mismo en el Café Literario La Comarca que en la sala Palatino del multicine Casablanca.

Por eso cada año vuelven ante nosotros las imágenes provocadoras y contemporáneas de un almacén que alberga talento, testigo ya de múltiples generaciones y en constante movimiento por las ganas de hacer de los defensores del audiovisual y el buen arte en Cuba. (Imagen: http://www.pprincipe.cult.cu) Por Dania Díaz Socarrás/ Radio Cadena Agramonte