Siente satisfacción santacruceña por haber colaborado a obtener victoria revolucionaria        

Enero, 2021.- La pequeña talla que pareciera tomar más altura en algunos momentos y las negras pupilas plenas de jugueteo diligente dicen mucho de quién es Estrella Álvarez Carrazana.

Tiene el don de la vehemencia natural, característica que la resalta. Ella forma parte del grupo de adultos mayores de la Casa de Abuelos de la cabecera municipal del municipio de Santa Cruz del Sur.

“Este servicio de Salud Pública, comentó dispuesta, no existía antes del triunfo de la Revolución Cubana. Se lo digo yo que viví las miserias del capitalismo allá en La Majagua, zona muy intrincada del actual municipio de Guisa de la provincia de Granma”.

Las tiernas manos de la numerosa prole de Gerardo y Edalia se endurecieron antes de alcanzar la adolescencia. El padre necesitaba de su apoyo en la recolección de café y siembra de cultivos como el plátano, la yuca y el boniato, forzoso quehacer para poder enfrentar a duras penas las adversidades de aquella época en la que los adinerados miraban de reojo a los pobres.

Todo era gris hasta para la salud. “Una hermanita mía, recordó entristecida la anciana, murió de fiebres altas. Por aquellos sitios cercanos a la Sierra Maestra no había médicos, mucho menos escuelas.

Al que se enfermaba lo montaban en caballo o mulo. Bastantes lomas debían bajarse para consultar a algún doctor. Muchas personas fallecieron en ese trayecto y donde se morían los enterraban”, agregó meditabunda.

Cuando era una infante contribuyó con la causa insurreccional, al igual que miembros de su familia y otros campesinos. “Fui, refirió con aire patriótico, mensajera del Ejército Rebelde. Ningún guardia de Batista sospechó nunca de una guajirita que parecía un cominito”.

Las viandas recolectadas por los seres queridos de la santacruceña Estrella Álvarez Carrazana, entre ellas malanga, las recogían en La Majagua los barbudos al mando de Fidel sin descuidar la vigilancia. “Fue hermoso arriesgar la vida para disfrutar de esta libertad”, aseguró feliz la lugareña.