Rechazo a medidas coercitivas, llamado de Cuba respaldado en ONU
La representación cubana, en nombre de otras 20 delegaciones, presentó esa enmienda basada en lenguaje de la Agenda 2030, que rechaza la promulgación y aplicación de medidas coercitivas unilaterales, e insta a su eliminación.
Esa enmienda fue apoyada y adoptada por la mayoría de la comunidad internacional, destacó la representante permanente alterna de Cuba ante la ONU, Ana Silvia Rodríguez, en su cuenta oficial en Twitter.
Originalmente, el borrador del proyecto de resolución pedía la eliminación urgente de ‘obstáculos injustificados’ a fin de garantizar el acceso universal, oportuno y equitativo y la distribución justa de tecnologías de salud esenciales en la respuesta a la pandemia.
Con 132 votos a favor, se decidió enmendar la resolución para instar ‘a abstenerse de promulgar y aplicar cualquier medida económica, financiera o comercial unilateral que no esté de acuerdo con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas’ y que impida el pleno cumplimiento del desarrollo económico y social, especialmente en los países en desarrollo.
Estados Unidos también intentó eliminar dos párrafos de la resolución, uno referido a los derechos de las mujeres a la ‘salud sexual y reproductiva’, y el otro a ‘promover el transporte global sostenible’.
Pero sus propuestas fueron rechazadas por la Asamblea General, que reúne a los 193 Estados miembros de la ONU.
Además de estar en contra de incluir en la resolución el tema de las sanciones, la representación norteamericana se opuso a todas las referencias a la Organización Mundial de la Salud, a la cual el presidente Donald Trump retiró su apoyo.
Pese a tales presiones estadounidenses, apoyadas por Israel, la Asamblea General aprobó el viernes una resolución que aborda el impacto de la pandemia y los esfuerzos para la recuperación desde una perspectiva integral en ámbitos en los que trabaja el sistema de ONU.
Aunque muchos esperaban su adopción por consenso, a pedido de Estados Unidos tuvo que realizarse una votación, que arrojó 168 votos a favor, dos abstenciones (Ucrania y Hungría) y solo dos países en contra (la ya nombrada nación norteña e Israel).
La resolución adoptada, que no es juridicamente vinculante, resalta que la Covid-19 es uno de los mayores desafíos mundiales en la historia de las Naciones Unidas y pide ‘una cooperación y solidaridad internacionales intensificadas para contener, mitigar y superar la pandemia y sus consecuencias’.
También insta a los Estados miembros de ONU a permitir que todos los países tengan acceso oportuno sin obstáculos a diagnósticos, terapias, medicamentos y vacunas de calidad, seguros, eficaces y asequibles, así como a equipos para la respuesta a la Covid-19.
Igualmente, el documento reconoce el papel de la inmunización extensiva contra esa enfermedad como un bien público mundial que permita poner fin a la pandemia, una vez que existan vacunas seguras, de calidad y eficaces. (Prensa Latina)