[:es]Púgil santacruceño resultó mejor novato del 2016 en la localidad[:]

[:es]Santa Cruz del Sur, 3 ene.- Todavía le falta por crecer, sin embargo ya alcanza los 1.82 centímetros de estatura. En su plena adolescencia Dunier Ruiz Vargas ya exhibe con orgullo algunas de las preseas obtenidas en eventos competitivos provinciales y nacionales.

 

Hace cuatro meses ingresó a la Escuela Superior de Preparación Atlética (ESPA) en La Habana, luego de su paso por la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), de Camagüey. “Recientemente participé en una Copa en la provincia de Sancti Spíritus, bajé del ring con la plata”.

 

A pesar del logro, el de los guantes azules reconoció: “Debo mejorar mi desarrollo técnico en los contraataques y seguir elevando la potencia en los golpes rectos”.

 

Llega a la disciplina a los once años cuando ya había practicado en la localidad santacruceña el béisbol, atletismo y taekwondo. “Finalmente me decidí por la de los puños. Esa etapa la recuerdo con mucho agrado; admiro la dedicación de cada uno de los entrenadores que tuve”.

 

Cuando el quinceañero Dunier se encontraba en la división de los 42 kilogramos (kg) entre el 2014 y el 2015,  se apropió de la plata en  Pinar del Río y del bronce en Holguín.

 

Entra en buena forma al 2016, abriéndosele las puertas para el torneo efectuado en La Ciudad de los Tinajones, en el que gana medalla de oro. Al viajar meses después a la heroica Santiago de Cuba  pesando 57 kg, retorna al terruño con la gloria plateada al  cuello.

 

Escala a los 60 kg en ese propio ciclo: “Soy incluido en la Copa Ignacio Agramonte efectuada en la capital camagüeyana. Pude adueñarme del segundo lugar”.

 

Iliana Vargas Torres, la madre del bisoño boxeador, aspira a que su hijo “continúe firme, disciplinado, estudioso y triunfador porque para eso la Revolución Cubana le da a él a y a los demás atletas todo lo que les hace falta. Tengo fe en él”.

 

“Desde pequeño lo he criado, es como si fuera mi hijo”, planteó Adalberto Guerrero Blanco, el padrastro. “Tiene amplias condiciones y posibilidades para convertirse en un atleta de renombre”, agregó.

Con cuatro kilogramos más de peso Ruiz Vargas, el mejor novato de su especialidad en  este territorio al cierre del transcurrido almanaque, aspira a sumar nuevos lauros en la actual etapa. “Ese reconocimiento me compromete a ser mejor. Debo entrenar cuanto sea necesario para no defraudar a este pueblo ni a mi familia”.

[:]