Puentes de amor: Lazo entre “padres divorciados”
Un hijo de padres divorciados que no mantienen buenas relaciones está siempre inconforme, le duele e intenta cambiarlo. Y ojalá cada hijo de padres divorciados tuviera un mundo entero apoyándolo, su vida sería de seguro mucho mejor y su sueño más posible.
Hoy comienza en varias naciones una expandida caravana contra el bloqueo que sufre el pueblo cubano.
Unos saldrán este sábado y otros mañana domingo, todos impulsados por la justicia, la buena voluntad y el amor por la familia cubana, el mismo que mueve a un hombre que habla constantemente de Puentes. Gracias a uno de ellos a través de las redes sociales, se dio el sincero intercambio que ahora compartimos:
¿Quién es el cubano Carlos Lazo?
“Esa pregunta me hace pensar en mi identidad. ¿Quién soy yo? Yo soy primero que todo padre, esposo, abuelo, cubano y estadounidense. Y soy cubano y estadounidense porque la mitad de mi vida la viví en Cuba y la otra la he vivido en Estados Unidos, entonces lo que soy se ha nutrido de las experiencias, el amor y el afecto de las personas que han estado conmigo en los dos países, y a los dos países los quiero como se quiere a la madre y al padre.
“No hay cosa peor y más dolorosa para un hijo -porque yo soy hijo de padres divorciados también- que el hecho de que los padres estén divorciados y se lleven mal. Entonces yo lucho todos los días para que mis dos naciones, mi padre y mi madre, se den la mano y se traten cordialmente”.
Usted tiene una vida bien establecida. ¿Por qué correr los riesgos que implica defender a la familia cubana?
“Es cierto que uno corre riesgos cuando está luchando por causas de amor. No hay cosa más irónica que uno esté luchando por el amor y por la vida, y lo amenacen de muerte.
“Pero pareciera que estoy luchando por la familia cubana y en realidad estoy luchando por los Estados Unidos y por Cuba, por mi pueblo, porque esta política establecida por tanto tiempo afecta en mayor medida a nuestra gente de la Isla, pero también afecta a la familia que está en los Estados Unidos y a los compatriotas míos estadounidenses que no pueden adquirir determinados medicamentos, adelantos científicos en los que los investigadores cubanos van adelante.
“El bloqueo no solamente castiga a los que quiere castigar, sino al propio pueblo norteamericano, al que quiere viajar y conocer de la cultura cubana, y las restricciones se lo impiden.
“Imagina qué clase de esperanza sería para el mundo que los científicos norteamericanos y cubanos trabajaran juntos, cuántas cosas se podrían hacer. Si Cuba, sin recursos, bloqueada, en medio de una pandemia, con sanciones que arrecian, está desarrollando candidatos vacunales probablemente exitosos, ahora imagina si hubiera cooperación entre las dos naciones”.
¿Valió la pena, entonces, montarse en una bicicleta de Seattle a Washington?
“Claro que valió la pena. Primero en el plano personal es una experiencia que aquilato para toda mi vida, porque fui con mis dos sobrinos y mis dos hijos y tuvimos la oportunidad de retornar a una relación de convivencia, de pasar trabajo, de pedalear por un mes y de conversar mucho.
“En ese viaje llevamos unos libros de José Martí y por las noches los leíamos para fortalecer no solo las piernas, sino también el alma.
“Y en el plano del ejemplo, de la gente que empezó a sumarse, me he enterado de personas en Europa caminando por Puentes de Amor. En Miami empezaron con siete personas y luego creció por mes y ahora son cientos de personas de buena voluntad de diferentes lugares que tienen como única ideología, la ideología del amor.
“Para esta bicicletada tenemos gente en Panamá, en México, en España, en Granada, en Barcelona… y es increíble que aquella chispa de cinco locos recorriendo los Estados Unidos en bicicleta haya generado puentes de amor que se extienden por el mundo”.
El mismo sentir que lo motivó, podría impulsar a otros. ¿Qué más puede hacer la comunidad cubana en Estados Unidos y en el mundo por su familia?
“A los cubanos que viven fuera de Cuba, que se sigan sumando, que piensen que la familia es raíz, es origen, es la fuente de todo. Como mismo es raíz es fruto, que sigan tomando conciencia de que más allá de las diferencias, estamos unidos en el amor, en la identidad, por la tierra que nos vio nacer. Es una manera de demostrar amor por nuestras esencias, por ese amiguito con el jugábamos cuando niños, por la abuelita que nos dio un plato de sopa, por esos recuerdos.
“La nación trasciende problemas, diferencias ideológicas, la nación es para siempre. Hay que buscar la forma de que los cubanos no vivan bajo esas condiciones de permanente bloqueo. Yo sé que en los últimos años se han dado pasos para fortalecer los lazos con la emigración y espero que sean los primeros de muchos que estén por venir”.
También el presidente Biden podría construir puentes de amor. ¿Cómo?
“Aquí hay un dicho que dice que las campañas electorales se hacen en poesía, pero se gobierna en prosa. El presidente Biden prometió que levantaría las crueles restricciones contra la familia cubana y sabemos que Estados Unidos está atravesando la COVID-19, que ha muerto medio millón de personas, que tenemos problemas económicos, y que su prioridad es resolver todo eso; pero al mismo tiempo creo que parte de esa prioridad debe ser resolver estos problemas que agobian tanto a nuestras familias. Esperamos que en los primeros cien días tome medidas. Estamos esperanzados de que al menos se tengan espacios encaminados a levantar las sanciones.
“Ojalá que no se olvide, pero si se olvida, allí vamos a estar para recordárselo, porque a nosotros sí que no se nos olvida. Ojalá sea mañana, pero si tomara más tiempo, regresaríamos en dos, tres vidas, a luchar contra esas restricciones”.
Y desde Cuba, ¿qué más se puede hacer?
“A mí me cuesta trabajo pedirle a la gente de Cuba que haga algo, porque en realidad son las víctimas, los que están sufriendo esto más que todos, pero si alguien quiere ayudar, que firme nuestra petición, la creamos antes de que fuera Presidente para que cuando Biden tomara la presidencia, con una fe inmensa, reabriera la embajada en La Habana, restaurara el programa de reunificación familiar, permitiera los vuelos a las provincias y el envío ilimitado de remesas a nuestros familiares, sobre todo en tiempos de pandemia, para que los dos países trabajaran juntos por un mundo mejor.
“Muchos cubanos en la Isla y el mundo ya la han firmado, esto ha sido a vox populi, diciéndole a la gente de qué va, porque no tenemos recursos, dinero para promocionar nuestra plataforma y que la gente firme, entonces sería grandioso y bonito que la gente firmara.
“¿Qué puede hacer usted, hermana y hermano de Cuba? Visite el sitio http://www.puentesdeamor.com/ y firme nuestra petición, solo tiene que poner nombre, apellido y correo electrónico, para que se tiendan puentes de amor entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos. Tenemos ya más de 20 mil pero ojalá sean cien mil”.
¿Cómo sueña Carlos Lazo las relaciones entre Cuba y Estados Unidos?
“Yo veo un futuro en que para un cubano no sea difícil que le otorguen una visa por cinco años para que pueda venir a ver a sus seres queridos. Que los empresarios y campesinos puedan venir a Estados Unidos y comprar equipos para su trabajo, y que puedan vender lo que producen aquí, que es un mercado tan cercano. ¡Ese tiene que ser el futuro!
“Yo sueño con una relación cordial, de respeto entre ambas partes; una relación en la que en el plano personal y profesional yo pueda llevar a jóvenes norteamericanos a las casas cubanas -como hemos hecho- para que conozcan el campo, los campesinos, los artistas, los músicos…
“A mí me da mucho placer y satisfacción ver a estudiantes míos, que ya han ido a Cuba varias veces, tocar la puerta de un vecino y decir: Blanquita… entrar por ahí pa’llá y que lo reciban con un abrazo. También sueño, por qué no, que jóvenes y niños cubanos puedan visitar mi escuela aquí, estar con los estudiantes que ellos conocieron allá, visitar a la familia de mis estudiantes”.
Con esa esperanza de hijo que quiere a sus dos padres ha contagiado Carlos Lazo al mundo:
“Yo quiero una relación en la que existan puentes de amor y que estos puentes circulen en las dos vías. Ese es el futuro que yo veo, deseo, y el que estoy seguro que, más temprano que tarde, vamos a lograr”. (Fotos: Tomadas del perfil en Facebook de Carlos Lazo y del sitio web puentesdeamor.com)
(fuente: Radio Cadena Agramonte/ autor: Por Dania Díaz Socarrás)