Prohibiciones de Trump afectan a empresas y turistas, denuncia Cuba

La Habana, 8 jun .-La decisión del Gobierno de Estados Unidos de prohibir los viajes de cruceros a Cuba afecta a decenas de miles de personas que usaban esa vía para viajar a nuestro país, denunció una fuente oficial.

 

La medida de la administración de Donald Trump también daña a ‘importantes empresas obligadas a suspender visitas ya programadas y contratos suscritos’, expresó en su cuenta en Twitter el ministro cubano del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.

Precisamente, la firma Norwegian Cruise pronosticó este viernes que la prohibición provocará una caída de hasta un ocho por ciento de sus beneficios por acción en 2019.

‘Parece que gobierno de Estados Unidos teme a las relaciones entre las personas y los pueblos. Teme al intercambio y los viajes. Teme a que sus ciudadanos conozcan la verdad sobre Cuba, subrayó Malmierca en la red social.

El lunes el Gobierno estadounidense prohibió los viajes turísticos y las travesías de cruceros a esta nación, una medida condenada por las autoridades de La Habana.

La prohibición forma parte de un paquete de medidas contra la mayor de las Antillas, que impide, además, los viajes culturales y educativos de contacto pueblo a pueblo y dispone afectaciones a los servicios de transporte, remesas, banca, negocios de comercio, entre otras.

Hace dos días Malmierca denunció que ‘la guerra económica de Estados Unidos contra Cuba’, que dura casi 60 años, causó pérdidas a la isla por valor de más de 134 mil millones de dólares a precios corrientes.

Las autoridades de este país afirman que los daños acumulados durante casi seis décadas por el bloqueo económico, comercial y financiero ascienden a más de 933 mil millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.

Recientemente la Casa Blanca activó el Título III de ley Helms-Burton, que permite a nacionales estadounidenses demandar ante la justicia de ese país a personas y entidades, incluso de terceros países, que inviertan en el territorio cubano en propiedades nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.

Para La Habana, estas acciones se enmarcan en la estrategia de Washington de intentar asfixiar económicamente a la mayor de las Antillas al atentar contra las inversiones extranjeras y el turismo, uno de los sectores más dinámicos del país.