Potrero de Jimaguayú: sitio sagrado de Camagüey y de toda Cuba (+ Audio)
Camagüey, 11 may.- El Potrero de Jimaguayú es uno de los espacios sagrados de la Patria. Allí, a 150 años de la caída en combate del Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz, los camagüeyanos le rinden homenaje hoy al insigne patriota.
Para Mirciano Mejías Urra, especialista de ese Sitio Histórico, constituye un enorme compromiso resaltar la trascendencia de una de las figuras más grandes de la Guerra de los Diez Años y de la nación cubana.
Aseguró que en ese lugar, donde ha trabajado durante 15 años, “lo que más prima es el obelisco, inaugurado el 11 de mayo de 1928 gracias a la iniciativa de los Veteranos de la Guerra”.
Recordó que hace exactamente dos décadas se culminaban las labores constructivas y de restauración bajo la conducción de la Oficina del Historiador de la Ciudad; y otro momento significativo fue la inauguración del conjunto escultórico que representa el último recorrido del héroe: desde el sureste hasta el lugar donde cayó.
En tanto la maqueta, explicó, está disponible desde el 2018, y como antesala del tributo de esta jornada tuvieron lugar varias acciones de remodelación, incluyendo las áreas exteriores, para honrar el aniversario.
“El 11 de mayo de 1873 todo presagiaba el triunfo del Ejército mambí. Las tropas estaban con la moral en alto por recientes victorias, aunque numéricamente eran inferiores con respecto a los españoles, pero nunca fue diferente en ese sentido”, cuenta el estudioso.
“El Mayor conoció de la presencia del enemigo y se preparó, lo organizó todo para un combate de envergadura, pero aquella mañana no salió como lo previó y un soldado enemigo, pie en tierra, logró acercarse lo suficiente y la bala le entra por la sien derecha y sale por la parte superior del parietal izquierdo.
“Por eso Fidel dice el 12 de mayo, después de la conmemoración del centenario en la Plaza de San Juan de Dios, un día antes, que había caído por azar, y así fue, para fortuna de los españoles”, agrega el investigador y profesor.
Para Mejías Urra constituye un privilegio estar cerca de la historia: “nos obliga a ser mejores. Por eso cuando aquí vienen los jóvenes yo prefiero antes de hablar de la muerte, hablar de la vida: cómo nació, cómo vivió, su amor casi de leyenda con Amalia. Él lo dejó todo por ir a la guerra. Solo un amor tan importante como el de la Patria lo llevó a alejarse de Amalia y sus hijos”.
El Potrero de Jimaguayú, en Vertientes, será escenario este 11 de mayo del homenaje de Camagüey y de toda Cuba a uno de los más valerosos hijos de esta nación: Ignacio Agramonte Loynaz, cuyo legado más importante está en la vergüenza que alzó como bandera para continuar la lucha y alcanzar sus objetivos.