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Parlamento cubano debate sobre atención primaria de salud: Que cada consultorio y policlínico funcione y lo haga bien

La meta tiene que ser que cada consultorio y policlínico funcione y lo haga bien, porque la atención primaria de salud es el eje fundamental del sistema nacional de salud y un indicador de calidad indispensable, trascendió en la Comisión de Salud y Deporte del Parlamento cubano, que centró sus debates en la actualización del Programa del Médico y Enfermera de la Familia.

Con la presencia del vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella; el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, y otros funcionarios del sector, los parlamentarios recibieron una actualización sobre las principales acciones que se impulsan para dotar este eslabón del sistema de la resolutividad que demanda la atención a los principales problemas de salud de la población cubana.

Ailuj Casanova Barreto, jefa del Departamento de Atención Primaria de Salud del Minsap, refirió que hoy el país cuenta con 451 policlínicos, 11 548 consultorios y 800 equipos básicos de trabajo, y destacó que este es un programa que desde su fundación en 1984 se ha ido transformando continuamente.

“Estamos hoy en un momento decisivo en este proceso donde se impone dar un salto de calidad en esta atención”, señaló.

Al cierre de este mes –dijo– en la atención primaria de salud se cuenta con 44 724 médicos y 41 000 licenciados en enfermería. “Con este recurso humano, estamos en condiciones de garantizar calidad en la atención y completar aquellos consultorios y servicios que hoy no tienen personal, porque existen reservas”.

Casanova Barreto destacó que hoy las principales deficiencias que muestra este nivel de atención han sido identificadas también a partir del diálogo con los propios trabajadores.

En ese sentido, mencionó entre las principales brechas y debilidades el insuficiente funcionamiento de las estructuras de dirección. “Hay más de mil cuadros que hoy tienen menos de un año en el cargo, por lo que la preparación es una prioridad”.

La inestabilidad en la permanencia de los médicos y enfermeras es un elemento que hoy atenta contra la calidad de la atención, reconoció la especialista, a lo cual se suma el elevado número de personas a atender por consultorio.

“El programa se diseñó para la atención a 120 personas y en muchos casos esta cifra se triplica, por lo cual la reorganización es una de las acciones que se priorizan”, destacó.

Apuntó que existen hoy 4 576 equipos básicos con población superior a mil habitantes y se prevé sumar este año 169 consultorios y 32 equipos básicos.

La jefa del Departamento de Atención Primaria de Salud del Minsap mencionó, además, la compleja metodología del análisis de situación de salud y puntualizó que hoy varias medidas apuntan a la desburocratización del trabajo de los profesionales en este nivel de atención, para eliminar cargas innecesarias y que puedan concentrarse en aspectos medulares de la asistencia en la comunidad.

Dijo que atentan contra la calidad de los servicios las deficientes condiciones estructurales de muchos locales donde laboran los equipos básicos de salud.

Entre las principales acciones para perfeccionar el programa, la directiva comentó que se ha realizado un análisis detallado de los recursos humanos, se han trazado estrategias para atender de forma diferenciada los servicios rurales y se ha priorizado el rescate del equipo multidisciplinario de atención
gerontológica (EMAG), fundamental en la asistencia de una población como la cubana, altamente envejecida.

“Hoy ya están funcionando 281 de estos equipos”, precisó.

Agregó que se prioriza la profesionalización de los servicios de urgencias y emergencias en la APS.

“Están en proceso de revisión los servicios que, como parte de transformaciones anteriores, fueron compactados, evaluando la posible puesta en marcha con el objetivo de acercar los servicios a la población y aumentar la adecuada resolutividad en el primer nivel de atención”, dijo.

Han sido recuperados 83 equipos de ultrasonidos, de 160 que estaban defectuosos. El coeficiente de disponibilidad técnica de los electrocardiógrafos es de 74.34 %, existiendo 149 equipos dañados. Se entregarán cables para la reparación de los equipos en todo el país en el segundo semestre, informó la funcionaria del Minsap.

Agregó que se trabaja con la industria en la recuperación del mobiliario clínico y no clínico de los consultorios del país y se intensifican las visitas de control a provincias y municipios.

Puntualizó que de los 1 626 consultorios que no reciben agua corriente, ya han sido resueltos 65, han sido evaluados de regular y mal estado constructivo 3 314 consultorios, y 959 (29%) han sido incorporados en el plan de la economía del presente año.

Según la funcionaria, 801 consultorios comparten más de dos equipos básicos de salud y se incorporaron al plan de la economía 69 locales para este año. Han sido reparados hasta la fecha 426 consultorios.

Casanova Barreto refirió que se ejecutan desde la APS más de 650 proyectos de investigación y significó la importancia para la calidad de la atención la validación del Manual de Acreditación de Policlínicos, con un proceso de evaluación externa.

Al intervenir en el debate de la comisión, el diputado por el municipio Manuel Tames, de Guantánamo, Luis Alberto Ramírez, señaló que una preocupación de la población a nivel comunitario es el déficit de medicamentos en ese nivel de atención, lo cual dificulta el ingreso domiciliario o poder cumplir las indicaciones médicas por la no existencia en la farmacia comunitaria.

“El mayor número de personas terminan en la atención secundaria en búsqueda de medicamentos que se han centralizado hacia los hospitales”, dijo.

Con este criterio coincidió Miriam Sotomayor, diputada por el municipio Sibanicú, de Camagüey. Sin embargo, llamó a no perder de vista que, como primera entrada al sistema, la promoción y prevención de salud son acciones que deben desarrollarse de manera intersectorial, y en las que la medicina familiar es indispensable.

“Se trata de acciones integrales que permitan mejorar la salud y, sobre todo, reducir la carga de enfermedades”.

Luis Ángel Tamayo, diputado por Caimanera, Guantánamo, consideró que la actualización de este programa, teniendo en cuenta elementos de sobrecarga de trabajo que iban en detrimento de la atención de la calidad, ha sido un importante paso de avance.

“Estar cerca de la familia es la razón de ser del médico y la enfermera de la familia”, dijo.

Destacó que muchos consultorios y policlínicos necesitan de mayor atención. “En Guantánamo, tenemos varios en zonas rurales que no cuentan con condiciones estructurales adecuadas, de privacidad, iluminación, agua corriente… Son problemas a identificar para resolverlos. Aun así, la atención al pueblo no para”, sostuvo.

Mariela Castro Espín, diputada por Plaza de la Revolución, afirmó que el informe presentado no solo es transparente, sino que identifica con claridad las principales dificultades del programa y muestra un plan de medidas para acortar las brechas existentes.

Insistió en que es fundamental comunicar más a la población todo lo que se hace en salud, un sector donde “se trabaja mucho a pulmón”.

Castro Espín destacó que hoy son miles las mujeres médicas vinculadas a la atención primaria de salud, por lo cual propuso repensar el nombre del programa, como el Programa Nacional de Medicina Familiar. “No debemos reproducir estereotipos de género donde el médico es el hombre y la mujer la enfermera que no tenía acceso a la especialización”, dijo.

Julio Yamel Verdecia, diputado por el municipio Urbano Noris, en Holguín, hizo énfasis en la estructura de los locales y las condiciones de “esos espacios donde dignamente tienen que trabajar nuestros profesionales de la salud. Ello tiene que ser una prioridad para los Gobiernos locales”.

Thaimí Martínez Naranjo, diputada por el municipio Matanzas, habló desde su condición de médico y señaló que la ciencia, la innovación y la docencia son un aspecto a no descuidar, porque estimulan el trabajo de los médicos de la familia.

“El médico de la familia no solo es líder comunitario, también se convierte en defensor de programas que van más allá de la salud”, apuntó.

De ahí que –dijo–, la mirada integral a este programa, el apoyo que debe existir desde los Gobiernos, el apadrinamiento de instituciones estatales y no estatales para el mejoramiento de la infraestructura de cada uno de los consultorios, debe ser un punto primordial en los territorios y para sus autoridades locales.

“Tenemos déficit de recursos, pero también gravitan sobre el programa otros elementos intangibles de peso y no podemos dejar que sean justificación para el mal trabajo en algunos lugares. La población necesita de la medicina familiar”, consideró.

Alberto Moronta, diputado por Majagua, en Ciego de Ávila, enfatizó la importancia de la formación de cuadros ante el insuficiente funcionamiento de las estructuras de dirección. “Dirigir es una ciencia, conducir un proceso desde que inicia hasta que acaba necesita de conocimientos”.

A juicio del viceministro de Salud, Dr. Reinol García Moreiro, el mayor desafío que tiene el programa del médico y la enfermera de la familia en la actualidad es la estabilidad de los recursos humanos, y que estos, entonces, a través del análisis de la situación de salud de la comunidad a la que deben conocer, puedan modificar las principales problemáticas sanitarias existentes en esa población.

“Podemos tener recursos, pero si el profesional no es estable, el desafío es mayor. Desburocratizar y flexibilizar el trabajo de los profesionales y quitar trabas, como que la población no tenga que buscar un certificado cada cierto tiempo para una enfermedad que es crónica, son medidas para contribuir a un mejor desempeño del programa”, dijo.

Resaltó que se han implementado medidas para fortalecer la formación profesional de estos especialistas, pues en la docencia se ha incorporado la rotación durante 12 semanas por las terapias intensivas, lo cual eleva el nivel de preparación y contribuye a la superación científico-técnica de los médicos de familia.

Atribuyó a la comunidad y a los municipios un rol determinante en la defensa de cada consultorio y policlínico. “Hemos visitado municipios donde hemos visto servicios en los cuales hace dos décadas que no se reparan las puertas”, señaló.

“Sabemos dónde está el problema y cómo encausarlo”, dijo el ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, quien subrayó que este programa es el eje estratégico del sistema de salud.

“Sobre él corren el resto de los programas del sistema y nuestros profesionales de la APS son los artífices fundamentales de los indicadores de salud que hoy puede exhibir la población cubana. Un país en las condiciones económicas de Cuba no podría tener estos indicadores si no se hubiese concebido este programa”, destacó.

De ahí que se siga apostando a su perfeccionamiento, por las fortalezas que entraña este nivel de atención, dijo el ministro, quien destacó la contribución de las mujeres a la medicina familiar. “Hoy ellas son el 70% de los trabajadores de la salud, con una importante presencia también en la APS”.

Portal Miranda apuntó que hoy el programa se perfecciona sobre la experiencia acumulada en 40 años, desde su fundación, aquellas cosas que no han salido bien, y aterrizando su transformación al contexto actual.

“Construimos este plan de medidas con sus protagonistas, porque esta transformación se discutió con los que están en policlínicos y consultorios de cara a los problemas de salud de la población”.

Resaltó que el éxito en el enfrentamiento a la pandemia de covid-19 tiene la impronta de médicos y enfermeras de la familia.

“¿Qué hubiera pasado ante el déficit de recursos sin su aporte, su consagración y la preparación que les permitió estar en diferentes escenarios de actuación? La campaña de vacunación sin precedentes que Cuba desplegó en tan poco tiempo hubiese sido imposible sin la atención primaria de salud y el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia”.

Añadió que “un consultorio que no funcione bien es una derrota. Nuestra aspiración es que cada uno tenga su médico y su enfermera y funcione en todas sus actividades, lo cual no se logra en todos los lugares”.

Portal Miranda refirió que en todo el país hay personas que han dedicado su vida a la medicina familiar, fundadores del programa, que siguen ahí en su consultorio o policlínico. “Ello habla de amor, de sensibilidad y compromiso. Donde funciona el programa, la población lo reconoce y agradece”, dijo.

Subrayó que es una prioridad para el Ministerio de Salud Pública continuar elevando la preparación de los especialistas de este nivel de atención. “Están bien preparados, pero la medicina avanza a un ritmo vertiginoso y queremos que nuestros médicos accedan a las mejores experiencias y herramientas, para que cada día sean mejores y aporten a la mejoría del estado de salud de la población.

­“Es cierto que tenemos problemas de insumos y otros materiales en todo el sistema, pero nuestra principal fortaleza son los recursos humanos, y eso sí no es una cuestión de dinero, por lo cual incrementar las capacidades de formación es un reto permanente”.

El ministro exhortó a los diputados a priorizar desde los territorios la atención a cada consultorio. “La ética empieza en las condiciones de trabajo y no en todos los territorios se ha avanzado. Sabemos que cuando se unen la fuerzas de la comunidad, se pueden dar soluciones. En medio de estas circunstancias, en los últimos tres años se han incrementado en casi 1 000 los consultorios”, dijo.

Portal Miranda se refirió a la resolutividad de los hospitales rurales municipales, donde, al igual que en el resto del país, es vital el rescate de servicios que hoy respaldan el trabajo de la medicina familiar y que, cuando no están, recargan el trabajo de los demás niveles de atención, en un contexto de población altamente envejecida y donde la premisa es acercar lo más posible los servicios a las personas.

“Seguir defendiendo la idea fundacional de que sean celosos guardianes de la salud del pueblo. Hacia ese objetivo están enfocados nuestros esfuerzos”, apuntó el ministro.

El vice primer ministro Perdomo Di-Lella enfatizó que estas transformaciones se llevan a cabo en un escenario complejo desde el punto de vista económico y social. “Se trata de ser autocríticos, analíticos, y buscar soluciones”, precisó. (Tomado de Cubadebate)