Oficina del Historiador de Camagüey asume nuevos retos


Camagüey, 12 ene.- Para el actual año la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) intensificará su trabajo, al añadir al rescate constructivo de los inmuebles patrimoniales la recuperación de sus documentos, los cuales contribuyen al registro histórico de esta urbe.

José Rodríguez Barreras, director de esta institución, dijo que en materia de restauración en lo último que se piensa es en los papales de archivo, situación que prevén cambiar a partir de la instalación de un taller de expertos en estas labores, el cual radicará en el futuro Museo Parque Temático Ferroviario.

Según el directivo, esta obra, actualmente en ejecución con un presupuesto superior al millón de pesos, evidenciará grandes cambios en el primer semestre del año, luego de la reparación del andén de la Estación Vieja del Ferrocarril, cuya estructura de madera estaba muy deteriorada.

La arqueología subacuática es otro de los grandes proyectos de la OHCC en 2016, para lo cual ya se capacitan un grupo de especialistas, dispuestos a acometer próximamente su primera investigación en el canal ubicado a la entrada de la Bahía de Nuevitas, sitio de la costa norte del territorio donde radicó la antigua fortificación española de San Hilario.

Vinculado a la industria azucarera proseguirá la rehabilitación del ingenio El Oriente, conjunto monumentario emplazado en el municipio de Sibanicú, el cual exige de una mayor investigación arqueológica a partir de que no se han encontrado el basurero y el cementerio de una dotación de alrededor de 200 esclavos.

Como un buen año para la OHCC calificó Rodríguez Barreras el pasado 2015, a partir de la terminación de varias obras de incalculable valor histórico y patrimonial, como el Centro de Interpretación del Patrimonio en la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe, cuya parte más antigua es Patrimonio Cultural de la Humanidad.

No obstante, sentenció que una mayor educación ciudadana en la preservación y salvaguarda de los tesoros materiales y espirituales de la ciudad, aún es una deuda pendiente y un gran reto para 2016. (ACN)