Minoría sin esencia y anexionista por intervención de Estados Unidos en Cuba

La Habana, 4 ago.- Un minoritario segmento de los emigrados de origen cubano en Estados Unidos insiste en la intervención y más sanciones, mientras aboga con enfoques anexionistas y de injerencia por la eventual flexibilización de políticas hacia Cuba.

 

Luego del comunicado difundido por el Grupo de Estudios sobre Cuba acerca de la reunión del pasado 30 de julio entre el presidente Joe Biden y una decena de quienes dicen erigirse en voz del pueblo de la isla, Prensa Latina dialogó con el investigador José Luis Méndez.

Al referirse al tema, el doctor Méndez explicó que todos esos grupos y los que plantean ser sus líderes se apartan de la verdadera esencia, que es el levantamiento del bloqueo, con seguridad la principal causa de los problemas que afectan a nuestro pueblo.

La intervención que pretenden la disfrazan con propuestas de ‘empoderamiento al pueblo cubano’ a través de organizaciones no gubernamentales muchas de las cuales se visten con fachada de humanitarias y son tentáculos de la CIA y de servicios especiales de Estados Unidos, dijo.

Sin embargo, están evadiendo el objetivo central de levantar el bloqueo, por qué la administración Biden y todas las que antes desfilaron por la Casa Blanca no lo quitaron, a qué le temen, esas son preguntas que hay que hacerse, apuntó Méndez.

Lo demás son paliativos, como lo del envío de remesas o la reapertura de los servicios consulares en la embajada de Estados Unidos en La Habana que la unen a condicionamientos injerencistas, porque la línea que aún ninguno cruza es eliminar ese cerco unilateral que en 2022 cumple 60 años, añadió.

Recalcó que esos grupos e individuos son apenas un segmento minoritario fundamentalmente en Florida, porque la mayoría allí busca un acercamiento con el país en el cual nacieron o tienen origen.

‘Son unos oportunistas más que sueñan con usar la fuerza descomunal de Estados Unidos para decir que se trata de un tema entre cubanos y se incluyen entre ellos, sin haber nacido ni vivir aquí’, afirmó.

Pero está claro que no tenemos problemas ni con el pueblo de Estados Unidos ni con esa mayoría de la emigración cubana, enfatizó el doctor Méndez, autor, entre otros, del libro ‘Demócratas en la Casa Blanca y el terrorismo contra Cuba’.

Méndez lamentó las muestras de odio observadas en Miami tras los disturbios del 11 de julio y advirtió que es lo que tratan de incentivar aprovechando los efectos acumulativos del bloqueo, la adopción durante el mandato de Donald Trump de 243 medidas aún vigentes con Biden y el impacto de la pandemia de Covid-19.

Es la aplicación –argumentó- de un manual de golpe blando y de ese mismo memorándum que dio pie a la política de asfixia más larga de la historia de que intentar crear el malestar y la desesperación entre los cubanos para provocar la explosión social.

Si alguien está interesado en las soluciones en Cuba que levanten el bloqueo, que es el objetivo de la comunidad internacional respaldada el pasado 23 de junio en la Asamblea General de la ONU por 184 países y donde Estados Unidos volvió a evidenciar su aislamiento, comentó.

A juicio del investigador, Biden tiene fuertes presiones electorales no solo para las intermedias de 2022 sino también para la posible permanencia de los demócratas en la mansión ejecutiva en 2024 cuando se observa que Trump no es para nada un cadáver político.

Biden de momento ‘está esperando oportunistamente a ver si nos asfixiamos y nos enseña un gran garrote con una pequeña zanahoria’, acotó al insistir que los movimientos que dará su gobierno respecto a Cuba siempre tendrán la brújula en la Florida y lo demostró tras los sucesos del 11 de julio.

Más de seis meses estudiando el prometido cambio de política y sigue sin definirla, pero al ocurrir los disturbios en Cuba se montó en una retórica que ha ido escalando, concluyó Méndez. (Prensa Latina)