[:es]Maestra jubilada santacruceña pondera la Obra de FIDEL en la Educación Cubana[:]

[:es]GEDC0861Santa Cruz del Sur, 27 nov.- “Fidel nunca va a morir aunque su decisión haya sido convertir en cenizas su cuerpo. Él es grandioso, invencible, sabio y hermoso. Quedará como lo que es: un Comandante en Jefe imprescindible mientras exista este mundo que habitamos”.

Estela Consuelo Petit González fue una de las maestras normalistas santacruceñas incorporadas a la Campaña de Alfabetización realizada en Cuba en 1961.

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“Ese hombre de barba rebelde, pensamiento martiano y bolivariano comenzó a cumplir desde la Sierra Maestra el Programa del Moncada. Las ideas escritas por él en secreto desde la prisión modelo de la Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud), se comenzaron a poner en marcha en los campos y ciudades una vez conseguida la victoria decisiva”.

 

 

 

GEDC0882Precario era el estado de la educación en Cuba. “Por eso fue necesario construir planteles y erradicar el analfabetismo, fenómeno social consecuencia del subdesarrollo al que había estado sometido el pueblo”.

Se levantaron diez mil aulas, al mismo tiempo más de 60 cuarteles militares se convirtieron en escuelas. “Para asegurar la base técnico-material en la nueva sociedad, declarada socialista por el Líder Histórico en la despedida  del duelo a las víctimas del cobarde bombardeo imperialista a los aeropuertos de Ciudad Libertad, Santiago de Cuba y San Antonio de los Baños, tenía que erradicarse  el desconocimiento de los que no sabían leer ni escribir”, recordó la maestra jubilada de la enseñanza primaria.

GEDC0878Al iniciarse el curso lectivo 1959-1960 comenzó a ejercer la Petit el quehacer profesional en el centro urbano Eduardo Vega del otrora central Santa Martha (hoy poblado Cándido González).

“Le impartía clases a 80 alumnos de los grados cuarto, quinto y sexto, a  la vez que ayudaba a alfabetizar en los barrios de esa comunidad en cuanto Fidel hizo el llamado. Fui incluso la responsable técnica de esa tarea allí.

 

GEDC0899Mucha gente lloraba emocionada al dejar de ser iletrada. Cientos de cartas le escribieron al Comandante agradeciéndole el acceso, que ellos gente humilde, ya tenían a la enseñanza proclamada gratuita gracias a la Revolución nacida a favor de los desposeídos.

En pocos meses esa zona quedó libre de desconocimiento, el estandarte enarbolado lo demostró. Fue otra batalla ganada, lanzándose por el despeñadero de lo inservible la ignorancia, de donde no saldrá jamás”, acoto Estela Consuelo.[:]