Luchas: Entre tackles y desbalances, Cuba marcó el ritmo en 2019
Empero, no pocos calificativos deben terminar en la figura de Mijaín López, del estilo clásico, división 130 kilogramos, quien, sin exceso, alcanzó en Lima 2019, entre el 26 de julio y el 11 de agosto, su quinta medalla de oro en Juegos Panamericanos.
Con una tranquilidad pasmosa, a sus 37 años de edad, el ‘Gigante de Herradura’, como le conocen, venció 9-0 al venezolano Moisés Pérez, y demostró que sus aptitudes físicas y deportivas no merman, a pesar del paso del tiempo, de los eventos, del surgimiento de nuevas generaciones.
Dueño de cinco títulos universales y tres coronas olímpicas, el antillano llegó a la capital peruana como el abanderado de su país y no defraudó al agregar este premio áureo a los conquistados en Santo Domingo 2003, Río de Janeiro 2007, Guadalajara 2011 y Toronto 2015.
Como parte de su estrategia, el oriundo de la provincia de Pinar del Río, ubicada a 150 kilómetros aproximadamente de La Habana, estuvo ausente de los colchones en el torneo universal de Nur Sultán, Kazajastán.
La idea era dosificar fuerzas para llegar en óptima forma deportiva al programa estival de la capital de Japón, que tendrá lugar entre julio y agosto del año venidero.
Ante la inasistencia de López, Borrero, de los 67 kilos de la misma modalidad, guió a los gladiadores de la mayor de las Antillas y su protagonismo completó un doblete dorado en Perú y Kazajastán, con presentaciones exquisitas y sin obtener casi respuestas de sus oponentes.
La tarea tardó en concretarse en el evento planetario, pues el caribeño debió realizar seis combates en pos de su segunda corona mundial, aunque en el duelo final derrotó 3-1 al ruso Artem Surkov.
El campeón olímpico de Río 2016 y mundial de Las Vegas 2015 tuvo aquella vez un fin de semana perfecto: el sábado doblegó al surcoreano Han-SooRyu (3-1), al alemán Frank Staebler, tres veces rey universal, al rumano Mihai Radu, al iraní Hamed Mousa -en todos los casos por superioridad técnica (9-0)-, y al egipcio Mohamed Ibrahim Elsayed (6-2), mientras el domingo sometió a Surkov.
Ese título aseguró para Borrero la clasificación para Tokio 2020, donde buscará repetir su título de hace casi cuatro años en Brasil, aunque con la diferencia de que esa vez lideró la categoría de 59 kilogramos.
Asimismo, Cuba sumó en ese certamen la presea de plata de Oscar Pino (130), quien cubrió la vacante de Mijaín López y no defraudó a ninguno de sus seguidores, tras encadenar cuatro éxitos al hilo y solo caer frente al turco Riza Kayalp, campeón del mundo y único hombre capaz de vencer en los últimos años al astro López.
Más allá de lo puramente competitivo, Pino alegró a su país doblemente: el resultado ratificó que el futuro está asegurado y otorgó a su nación la plaza olímpica en este peso, la cual será para el fornido Mijaín, quien buscará su cuarto oro olímpico en la capital nipona.
Pino cumplió la importante tarea con éxitos sobre el indio Naveen Naveen (9-0, superioridad), el estonio subcampeón de Londres 2012, Heiki Nabi (2-1), el kirguizo Murat Ramonov (6-4) y el iraní Amir Mohammadali Ghasemi (6-2).
No obstante, en el estilo libre la isla caribeña quedó a deber, pues se fue en blanco con Yowlys Bonne (61), Yurieski Torreblanca (86), Geandry Garzón (74) y Alejandro Valdés (65), en el caso del sector masculino, y con Lianna Montero (53), Yudaris Sánchez (68), Milaymis Marín (76) y Yusneylis Guzmán (50), en el apartado femenino.
Párrafo aparte necesita la joven de solo 18 años, Marín, campeona olímpica de la juventud de Buenos Aires 2018, y quien en este 2019 brilló con luz propia al vencer en los torneos del orbe categorías juvenil y sub-23.
El prestigio de Cuba creció en los Panamericanos de Lima, al dejar claro su poderío en la modalidad grecorromana, con tres de oro e igual cantidad de bronces, una actuación superior a la justa precedente de Toronto, cuando alcanzaron dos doradas e igual cantidad de terceros lugares.
Sin embargo, los libristas quedaron por debajo de los pronósticos, con apenas un par de reinados, y el saldo total de 5-2-9 dejó a la isla en el segundo puesto de la disciplina, por detrás de Estados Unidos (9-2-4), mientras Ecuador (2-0-1), Venezuela (1-6-2) y Canadá (1-1-4) se ubicaron del tercer al quinto lugares.
Así, figuras como los ecuatorianos Lisette Antes (57) y Andrés Montaño (60) y el venezolano Luis Avendaño (87) forman parte de un grupo de atletas de nuestra región que intentarán alcanzar tickets para el venidero programa de los cinco aros.
Entre hombres y mujeres, la justa nipona puede suponer un antes y un después para la lucha de América Latina y el Caribe, porque confrontarán con lo que más vale y brilla del deporte y varias talentosas figuras tendrán a su alcance la opción de mostrar sus cualidades en el principal evento deportivo del planeta.
Como resulta habitual, Cuba llevará la voz cantante, con exponentes de probada calidad, como Mijaín López, Ismael Borrero y Oscar Pino (libre), sin obviar a otros reconocidos de la talla de Alejandro Valdés, Geandry Garzón y Reineris Salas, medallistas universales en varias ocasiones.
La meta será escalar el Monte Olimpo, el sueño de todo atleta.
Por Jhonah Díaz González/ Periodista de la redacción de Deportes de Prensa Latina.