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La música es parte elemental en la vida del santacruceño Robert Kirkourt (+ Fotos)

Noviembre 2021.- En las profundidades de la santacruceña comunidad de Arroyo Blanco, donde se encontraba la finca La Leonila, nació y creció junto a los hermanos, Robert Kirkourt Falls.

Los padres, dedicados a la crianza de estos y las tareas del campo, les inculcaron con ejemplo los valores humanos y la dedicación al estudio como primer deber.

Pero a algunos de los retoños del rústico domicilio, entre ellos el propio entrevistado, le llegaba nítidamente la “música” emitida por el viento al mover las ramas de los árboles.

“Desde niño, manifestó Robert, sentía necesidad de sacarle melodía a los taburetes de mi casa, repiqueteaba con mis manos encima de ellos durante largo rato. Era mi mayor entretención”.

La idea de algunos vecinos suyos de crear un grupo musical, emocionaron al lugareño. “Antonio, mi hermano mayor, tocaba las tumbadoras.

En ocasiones los acompañaba a otras comunidades cercanas donde se presentaban. Aquello, en lo personal, me aportaba aprendizaje”, acotó.

Al transitar por la adolescencia el lugareño sintió vocación por el magisterio. Ingresa en un curso emergente para impartir clases en la enseñanza primaria.

Al llegar al lugar conocido por Corojito de Villaya, en tierras del municipio camagüeyano de Najasa, el Director Municipal de Educación le pidió a Kirkourt Falls que creara un grupo musical en el plantel Ñico López, ubicado en aquel entonces en Pueblo viejo, institución escolar en la que se desempeñó a su vez como educador.

“Participé con los pequeños artistas en eventos provinciales en los cuales obtuvimos mención. No podía aportarles a ellos todo el conocimiento necesario en cuanto a música. Esa etapa sólo tenía algunas nociones, pero “sembré” mi granito amoroso en la tarea”.

Después de dedicarle al magisterio más de una década de su vida se entregó por entero a la música, inicialmente en grupos del Movimiento de Aficionados del patio. “Fui cantante de la orquesta Estrellas del Sur y el grupo Los Jagüeños”, señaló.

De igual manera su voz enalteció el repertorio de las agrupaciones Brisas del Mar, Jóvenes del Son y Costa Sur, integradas por músicos profesionales.

Desde el 1983 es percusionista de la centenaria Banda de Conciertos de Santa Cruz del Sur. “Esta institución, manifestó reiterativo, ha sido mi gran escuela”. Sin la música Robert Kirkourt Falls no podría respirar optimista.

Por Raúl Reyes Rodríguez, tomado de la página en Facebook de Cultura Santa Cruz del Sur.