Jurista español denuncia acoso político de EE.UU. contra Assange
Como coordinador de la defensa internacional del ciberactivista, Garzón declaró en calidad de testigo perjudicado, al haber sido también víctima de esa vigilancia por la empresa española UC Global, encargada de la seguridad de la legación de Quito en Londres entre 2015 y 2018.
En declaraciones a la prensa tras testificar ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, ratificó que el seguimiento al que fue sometido su cliente durante su estancia en la embajada ecuatoriana contamina su proceso de extradición a Estados Unidos.
‘Julian Assange ha sido objeto de una persecución política en la que se han quebrantado todas las normas de un debido proceso. Se ha actuado con pruebas falsas, con pruebas ilícitas, y el procedimiento de Estados Unidos queda totalmente contaminado de raíz’, valoró.
Entregarlo a EE.UU. supondría una violación del derecho de defensa y un ataque a la libertad de expresión y acceso a la información, enfatizó Garzón, quien reiteró que el australiano es un periodista perseguido por revelar hechos gravísimos de crímenes contra la humanidad y de corrupción.
Assange, que estuvo desde 2012 hasta 2019 en la misión diplomática de Quito en Londres, se encuentra en la prisión londinense de máxima seguridad de Belmarsh, a la espera de la segunda fase del proceso de extradición solicitado por Washington.
En abril de 2019 fue arrestado por la policía británica luego de ser despojado del asilo y la nacionalidad por el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien incumplió todas las normas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunció entonces Garzón.
Según reveló el jurista, durante su comparecencia de este lunes le fueron exhibidas algunas imágenes tomadas en la embajada a través de equipos de video vigilancia, algo que a su modo de ver es escandaloso y propio de un filme de espías.
Pero esto no es una película de espías, porque lo aquí está en juego es la vida de una persona por revelar acontecimientos muy graves, insistió.
El sumario de la causa abierta en España apunta no solo a la posible existencia de un sistema de vigilancia contra Assange, sino a que toda la información que se recababa era posteriormente entregada a ‘terceras personas o instituciones’, entre las cuales se mencionan ‘autoridades de la República de Ecuador y agentes de los Estados Unidos’.
Preguntado por cómo puede afectar esto al proceso de extradición, Garzón explicó que, por ejemplo, fueron grabadas las reuniones entre Assange y su equipo legal después de que le fuera retirada la calidad de agente diplomático.
La persecución que Estados Unidos sigue haciendo es, desde nuestro punto de vista, ilegal, remarcó.
En su opinión, la potencia norteña se sirvió de la empresa de seguridad UC Global, que a través de su responsable máximo reportaba ‘con regularidad, minuciosa y pormenorizadamente’ lo que hacía el equipo de defensa. (Prensa Latina)