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Jubilado santacruceño rememora papel de los jóvenes durante los días de Girón

Santa Cruz del Sur, 19 abr.- En el preludio de la invasión mercenaria a Cuba el 16 de abril de 1961 varios jóvenes rebeldes de esta localidad son movilizados militarmente. “Fui uno de ellos”, puntualizó el jubilado Nelson Nápoles Francés. “Tenía 16 años. Nos enseñaron a utilizar las armas y cómo combatir al enemigo”, evocó.

Al grupo de muchachos, aún con rasgos de la niñez en el rostro, los concentran en el cuartel local que ocupa actualmente el Gobierno municipal. “Dimos la disposición de ir a Playa Girón si era necesario”, afirmó. Nápoles Francés formaba parte de la Compañía Número Uno. Junto a los demás integrantes recibió fuerte entrenamiento.

“Marchábamos y realizábamos prácticas de la guerra de guerrillas. Nos resultó muy necesario”, declaró. Aunque los mercenarios preparados y financiados por el gobierno de los Estados Unidos son derrotados en menos 72 horas, Nelson y sus camaradas se mantienen movilizados.

Una larga caminata de más de 10 kilómetros hasta el poblado de Cándido González hicimos los jóvenes que ya éramos milicianos. En el campo de entrenamiento de San Daniel también nos prepararon mucho más”, destacó. Luego dan la orden a la Compañía de trasladarse hacia los Montes de Meso, sitio ubicado en el entorno rural de Cuatro Compañeros de esta demarcación.

“Allí nos entregan fusiles M-52, que pertenecían a un batallón de lucha contra bandidos”, refirió. Distribuyen la fuerza de inmediato por escuadras en el camino que lleva rumbo a la arrocera de Cadena, ubicada por esos contornos.

“Se decía que había gente contrarrevolucionaria alzada por esa zona. Peinamos palmo a palmo el monte pero no detectamos nada sospechoso”, subrayó. En el mes de mayo de 1961 el santacruceño Nelson Nápoles Francés y demás camaradas de ideales que componían el batallón son desmovilizados. 

Fuimos felicitados por nuestra disposición combativaTeníamos el compromiso de dar nuestra sangre si hubiera sido necesario por defender la patria. A pesar de que éramos jóvenes el deseo de enfrentarnos al adversario y aniquilarlo en el menor tiempo posible había quedado demostrado”, indicó satisfecho.