Joven madre santacruceña reconoce importancia de lactar

Santa Cruz del Sur, 3 ago.- Lisandra Jiménez Cedeño es progenitora primeriza, pero a través de Leticia, su madre y la abuela Gladis conoció las primeras cuestiones relacionadas con la importancia de la lactancia materna.

Luego adquirió más conocimientos por los medios de comunicación masiva. Ya grávida, el médico de la familia que la atiende le explicó otros asuntos de interés  sobre el tema.

Enrique Viera Jiménez comienza a ponerse inquieto en la cuna; el inocente rostro del pequeñín de 26 días de nacido se transforma en disgusto. El teto no lo tranquiliza. Transcurrido el tiempo establecido  solicita ser amamantado otra vez.

Lisandra le habla con ternura, lo carga con cuidado. Va a sentarse en el cómodo sofá ubicado en la sala del apartamento, sin dejar de decirle palabras cariñosas.

Ella levantándose la blusa extrae apresurada uno de los senos; acerca amorosa al bebé al bien formado pezón. Colmado de placer succiona con los ojitos entrecerrados el fabuloso alimento. Va fortaleciéndose así entre ambos el vínculo materno filial.

Esta leche es la más adecuada para el párvulo durante los primeros meses de vida, garantizándole los nutrientes que necesita para el adecuado crecimiento y desarrollo.

Contribuye además a mantenerle en perfecto estado la función digestiva por tener la temperatura y condiciones higiénicas adecuadas, evitándole al recién nacido diarreas e infecciones respiratorias.

El chiquitín Enrique Viera Jiménez se queda dormido, corroborando sin saberlo el mensaje del tradicional refrán “barriga llena corazón contento”.

Gladis, la octogenaria abuela materna, lo carga protectora. Muy suave le pasa la mano por la estrecha espaldita para extraerle los gases. El bebé en pocas horas volverá a reclamar el fastuoso nutrimento que su madre guarda en abundancia para él en los fértiles pechos.