Jornada de conciertos en sala Marín Varona de Camagüey
Camagüey, 25 jul.- La sala de conciertos José Marín Varona celebra el sexto aniversario con una jornada de conciertos que, en sofocantes días de julio, otorga la sensación del oasis a la música de cámara y a su público en esta ciudad.
El dúo A Piacere, único por la combinación de piano y contrabajo, tocó la noche del 23 de julio, noche del cumpleaños, con un programa delicado y de amplio registro cultural, magistralmente contenido a través de los dos instrumentos.
Como promotor por excelencia de la obra del músico camagüeyano que nombra la sala, el dúo abrió su programa con la pieza Íntima, premiada en la Exposición Universal de París de 1900, y perteneciente a la serie de Tropicales.
La presentación de la pianista Lourdes Cepero y el contrabajista Eduardo Campo contó con la musicóloga Verónica Fernández, quien dedicó palabras al legado del patriota Marín Varona, compositor, pedagogo y director de orquestas.
En primera fila del público estaba el bisnieto Carlos Egberto Estrada Marín. Tiene 92 años de edad y fue trompetista. Contó del comienzo en la música al estudiar por un tratado sin saber que el autor era el bisabuelo.
Supo de pariente cuando en 1955, Rogelio Pardo, entonces director de la Banda Municipal de Conciertos, le ofreció una plaza en la agrupación. A partir de ahí siguió la carrera profesional. Lo marcó la orquesta Tridimensional y Avance Juvenil, liderada por Enrique “Nené” Álvarez.
Este domingo, por la mañana, la sala acogió la orquesta de cuerdas de la Escuela Vocacional de Arte Luis Casas Romero, dirigida por la maestra y arreglista Susana Caridad Pérez.
El programa de los niños fue un paseo por la canción popular, el repertorio clásico, otros temas con fama mediática como el de presentación de la serie Juego de tronos, y nuestra universal Guantanamera.
La jornada de conciertos comenzó el 21 de julio con el dúo lírico Dalmau. Proseguirá el martes 25 con el quinteto de cuerdas Santa Cecilia. Culminará el miércoles 26 con la orquesta de cámara Juan Ramón Orol.
La apertura de la sala Marín Varona en el 2017 se debe a la Oficina del Historiador de la Ciudad. Recuperó el espacio con capacidad para 120 personas, de la antigua capilla sita en la calle Luaces entre República y San Pablo. (Tomado de Adelante digital)