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Instituciones científicas cubanas insisten en protección del manatí

La Habana, 10 oct. -Instituciones científicas cubanas insisten en la protección el manatí, única especie herbívora del grupo de mamíferos marinos miembro de la fauna autóctona, ante nuevos reportes de mortalidad de ese animal en peligro de extinción.

Los recientes hallazgos de dos ejemplares de manatí mutilados por diversos cortes de armas blancas ratifican la tendencia al aumento de esos hechos en los últimos 14 años, reflejó hoy el diario Granma.

Desde 2001 a la fecha suman más de 50 los cadáveres de manatíes encontrados en diversos lugares de la geografía nacional, atribuibles a la caza furtiva para el uso de su carne y al ahogamiento provocado por artes de pesca, en particular el chinchorro.

La Máster en Manejo Costero Anmari Álvarez, investigadora agregada del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana, indicó al diario la probabilidad de que la cantidad real de eventos de mortalidad sea mayor, tomando en cuenta que esos animales habitan sitios inaccesibles que dificultan su detección.

Ello colocaría en extremo peligro la supervivencia de la única especie del grupo de mamíferos marinos del planeta, que forma parte de la fauna autóctona cubana y pertenece al orden Sirenia.

Explica que los manatíes suelen tener un promedio de vida próximo a 35 años en estado libre, que casi se duplica en condiciones de cautiverio. Alcanzan hasta mil 500 kilogramos de peso y cuatro metros de largo, en tanto se reproducen cada tres años.

Por lo general tienen una sola cría y la gestación varía de 12 a 14 meses.

En Cuba habita el denominado manatí antillano (Trichechus manatus) y hasta ahora resulta muy difícil conocer el número de individuos existentes, pues son muy evasivos y viven en lugares bien intrincados.

También se desconocen aspectos esenciales de su distribución, conducta, patrones de movimiento y características genéticas.

Más allá de la caza ilegal, en Cuba hay otras amenazas a la supervivencia del manatí vinculadas al empleo de artes de pesca como el arrastre de redes, donde pueden quedar atrapados y morir, colisión con embarcaciones, deterioro ambiental de los ríos y el desarrollo urbano.

Precisó Álvarez, quien coordina el Programa de Monitoreo del Manatí Antillano en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba, que en los últimos años capturaron 11 ejemplares.

A esos ejemplares se les hicieron mediciones morfológicas y una evaluación integral de la condición corporal, incluida extracción de muestras de sangre, heces fecales y orina, buscando una visión más precisa del estado de la especie, elemento de sumo valor para diseñar estrategias de cuidado más efectivas.

Según la experta, el mejor método de conservación es maximizar la salvaguarda del manatí haciendo cumplir las regulaciones y fortaleciendo las áreas marinas protegidas, así como el incremento de la educación ambiental en las comunidades costeras y la población en general.