Insiste Díaz-Canel en necesidad de eliminar frenos de la economía cubana
Sancti Spíritus, Cuba, 24 ene.- “Este es el año para destrabar todo lo que frena la economía cubana”, ha reiterado más de una vez el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en los pocos días que lleva de estreno el 2020.
Ante el panorama desafiante y amenazador que sobre la Isla tiende el vecino del norte, las reservas internas son minas de oro, que están a la vista y solo necesitan del empuje creador de cada uno de los cubanos, estén donde estén.
Con esa convicción, nacida de la convocatoria a pensar como país, el Jefe de Estado llegó este jueves al central Uruguay, uno de los dos más grandes de la Isla, ubicado en el municipio de Jatibonico.
Por el coloso que cumple su plan de producción al 97 %, mantiene el rendimiento por encima de diez puntos y logra una azúcar de alta calidad, comenzó el mandatario su agenda de trabajo en la provincia de Sancti Spíritus, territorio que recibe por segunda ocasión al Consejo de Ministros en pleno.
En conversación con directivos del Grupo Azucarero AZCUBA y del Uruguay, Díaz-Canel conoció pormenores de la marcha de la zafra en esta central provincia que hasta el momento cumple su plan al 99 %, a pesar de haber estado entre las más afectadas por las lluvias al inicio de la campaña.
El Presidente consideró que tienen una situación favorable, a lo cual se suma el buen clima para la caña, aunque indagó por las roturas en los dos ingenios espirituanos, Uruguay y Melanio Hernández; los mantenimientos que no siempre se hacen con calidad y en tiempo; la cantidad de caña para moler y la urgencia de sembrar todo lo que se pueda, “incluso más allá del plan”.
En el diálogo con quienes dan vida todos los días al Uruguay, Díaz-Canel habló de concretar la posibilidad de que el central continúe generando energía eléctrica con bagazo después del tiempo de zafra, como vía para aportar más al país y hacer rentable a este importante sector. Esos aportes a la generación, dijo el mandatario, tienen que ser bonificados.
El Jefe de Estado se interesó por la producción de derivados, que en la provincia marcha bien, con el alcohol, el CO2, la levadura, la miel proteica y la urea-bagacillo. “Tenemos que aprender a usar la torula para alimento animal”, dejó indicado el mandatario, quien preguntó también al ingeniero Vladimir Gómez Morales, director del Uruguay, sobre la discusión del Plan de la Economía con sus trabajadores.
Queremos que antes de que se acabe este mes, señaló Díaz-Canel, nos hagan llegar todas las consideraciones que los trabajadores tienen sobre cosas que hay que cambiar en los procesos de la economía, en todos: los de planificación, los de aseguramiento, los de exportación, los de importación, los de producción, los de comercialización.
“Con esto queremos hacer un banco de trabas, por decirlo de alguna manera, y a partir de ahí empezar a analizar qué decisiones tomar para ir destrabando las cosas… y terminar de poner la economía en otro momento de posibilidades”.
Acompañado por el viceprimer ministro y Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez, el Presidente recorrió el central que a esa hora de la mañana estaba en plena molienda, desentendido del frío que paralizaba los huesos. Del ajetreo del coloso, ambos dirigentes salieron hacia otro similar en la fábrica de cemento Siguaney, del municipio de Taguasco, que tras casi 18 meses de inactividad, desde noviembre había vuelto a la producción, según informó el periódico Escambray.
Explicaron sus directivos que el plan de producción de este año está fijado en las 90 mil toneladas –aunque esperan sobrepasarlo–, diez mil de ellas de cemento blanco, compromiso este último trascendental, al ser este fábrica la única del país que produce este tipo de material.
El mandatario conoció detalles del Proyecto de modernización técnica para la planta de cemento Siguaney que –de conjunto con la República Popular China– aumentaría la producción hasta 600 mil toneladas.
Díaz-Canel volvió a poner la mira sobre la exportación, cuestión a privilegiar en el horizonte cercano que se le abrirá a la fábrica. Y atender bien el tema ambiental, con todas sus licencias, alertó el Presidente.
Durante su caminar por el corazón de la industria, el Jefe de Estado pidió llamar a Tony y a Noel, dos compañeros de sus tiempos en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, que llevan años entregados a esta entidad. Un abrazo entrañable a los amigos que se formaron en las aulas y pasillos de la Facultad de Ingeniería Eléctrica marcó de manera especial esta visita, en la que el orgullo por aquella casa de altos estudios brotó en más de una ocasión.
Finalmente, la agenda de la mañana tuvo su punto último en la Empresa Pecuaria Managuaco, perteneciente al municipio de Sancti Spíritus y que con 763 trabajadores y 628 tenentes de tierra es muestra de lo que puede lograr la ganadería en Cuba, cuando la ciencia, el trabajo y la iniciativa marchan a la par.
Por intermedio de su entusiasta director, Erit Manuel Lescano, el Presidente conoció pormenores de la atención a la raza Siboney de Cuba; del plan de venta de leche al Estado, que ronda los cuatro millones 243 litros; de la producción, también en sus tierras, de viandas, hortalizas, granos y frutas; del uso de la energía solar para “mover” el 70 % de sus turbinas; y de la exportación de carbón vegetal, cuya planificación está fijada en 240 toneladas, “pero no tenemos plan”, dijo Lescano a Díaz-Canel al intentar explicar que no tendrán límites si de producir y ayudar al país y a sus economías personales se trata.
En medio de esa carrera interminable por generar riquezas materiales para la nación, se respira en aquella inmensidad un ambiente de limpieza y orden que el Presidente no pasó por alto. “¿Cómo hacen para lograrlo?”, preguntó. “Aquí hay que hacer recorrido todos los días, hay que estar en el terreno siempre”, respondió el director. Una verdad que se va haciendo cotidiana en muchos lugares de la Isla y que estas visitas gubernamentales han venido a confirmar. (Tomado de https://www.presidencia.gob.cu) (Foto: Estudios Revolución)