Innovadores santacruceños contribuyen a desarrollo de la economía cubana

 

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Santa Cruz del Sur, 23 nov .- En el contexto de los imprescindibles cambios y transformaciones para actualizar el modelo económico cubano sin abandonar la línea socialista, tiene una participación fundamental, también, el Comité de Innovadores y Racionalizadores (CIR) del Combinado Pesquero e Industrial “Algérico Lara Correa” de Santa Cruz del Sur.

Los 52 integrantes, siete de ellos mujeres, tienen el deber de continuar en la búsqueda de soluciones eficientes a favor del sector al que pertenecen y al bienestar del pueblo al que se deben.

Otras de las informaciones recibidas fue la participación de esas féminas en el evento de mujeres creadoras efectuado hace poco tiempo en la Unidad Empresarial de Base (UEB) del municipio Nuevitas, las que demostraron sus conocimientos y destrezas en las artes culinarias, manuales y aportes científico- técnicos.

Varios trabajos se han llevado a los forum de base y luego presentados a instancias provincial y nacional con resultados relevantes.

Ejemplos de lo anterior son los relacionados con los Productos de valor agregado, aportado por Osmani Barreiro Consuegra, máximo directivo del “Algérico Lara Correa”.

Además, la Implantación del sistema de gestión de calidad en base a la inocuidad alimentaria y Modificación de la linea de llenado de amoníaco en el inter-cool para suministrar el líquido hacia el túnel de refrigeración de 10 toneladas, cuyas autorías, en el mismo orden, recaen en Richard Muñiz Hernández, especialista en gestión de la calidad y en Otto Izaguirre Pérez, ingeniero en sistemas de refrigeración y climatización.

“El objetivo de mi aporte tiene su basamento en evitar las contaminaciones cruzadas en las distintas salas de proceso en la industria, los entornos comunes: empaque, arme de cajas, lavado de los medios y útiles de limpieza, la recepción y cocina-comedor, donde se elaboran los alimentos para luego ser consumidos por el colectivo laboral. El buen acabado sanitario es exigido, expuso Muñiz.

Izaguirre nos refirió que con anterioridad existía una sola línea de llenado de amoníaco en el inter-cool y un recibidor de circulación del evaporador en el túnel de 10 toneladas. “A medida que se fue explotando el sistema en el transcurso de los años surgieron roturas en los pistones, bielas y camisas. Todo esto provocaba demoras en el alcance de los menos 18 grados centígrados de temperatura que debía conseguir ese corredor donde se congela la langosta”.

Ante la citada problemática, agregó, se independizaron las líneas de llenado con amoníaco del inter-cool y del evaporador del túnel, “evitándose las desagradables situaciones antes surgidas y el calentamiento interno del compresor. Mejoró en un santiamén el período establecido para el enfriamiento del crustáceo”.

Ahorros beneficiosos
 

El deterioro del ómnibus para el traslado de los trabajadores hacia el combinado pesquero santacruceño emitía la señal roja: se había previsto darle baja. Ángel Luis Suárez Yero, uno de los choferes, expuso que los directivos del centro ni los compañeros suyos de labor pensaron en rendirse. “Dijimos enfáticos: ¡Vamos a salvar el vehículo!”.

Tras desmantelarlo se encontraron el gran cúmulo de problemas a resolver. “Cambiamos 186 metros de viga de 25 centímetros, hicimos la chapistería y luego procedimos a vestir las paredes laterales con planchas de acero de 2 milímetros, las que fueron fijadas empleando los tornillos convenidos”.

Ahí no acabó el asunto, pues continuaron las complejidades. Se adaptó un motor Kia al ómnibus, ya que el Mercedes Benz no daba soplos de vida, ni existían las piezas de repuesto para componerlo.

“Hubo de buscarse estrategias para colocar el nuevo motor debido a que el anterior estaba situado en forma horizontal con sistema automático y el actual tiene funcionamiento mecánico. Nos conllevó adecuar el régimen de embrague desde el frente de la guagua hasta atrás. Pronto dará los esperados servicios”, puntualizó Yero.

Según manifestaron Emilio Dupón Peña, plomero en el taller de mantenimiento de la industria y José Sotomayor Cardoso, procesador de productos del mar, tienen “chorros” de innovaciones en lo individual en tres décadas de labor, tantas que les fue imposible recordarlas una por una durante la plática con el reportero.

“Puedo mencionarle algunas”, dijo el primero de los entrevistados. “He ejecutado adaptaciones en las bombas de recirculación de agua en condensadores, remodelación de las tuberías que conducen el líquido hacia el salón de proceso industrial, la fabricación de válvulas de nivel en los cheques de posición vertical y modificaciones en el bombeo de las máquinas responsables de fabricar hielo”.

Sotomayor rememora el tapacete hecho a los aparatos insertados en la elaboración de hielo, aislándose así el acceso de aire que afectaba la salida óptima del mismo e incrementándose la cantidad del helado beneficio e incluso fue evitada la entrada de polvo y materias extrañas.

“Le sustituí una de las partes a una máquina trituradora de pescado de fabricación china para hacer picadillo. El resultado fue positivo… mayor productividad”.

Para ellos, a la manera de pensar del Comandante Ernesto Che Guevara, el reconocimiento de las dificultades que enfrentan no les debilitará jamás el arraigo y profundo optimismo. Los problemas podrán ser enormes, pero mayor aún será la decisión de buscarles y hallarles soluciones.