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Fuentes renovables, vital para el desarrollo energético en Cuba

Ciego de Avila, Cuba, 31 ene.- La primera bioeléctrica en construcción en el centro de Cuba resulta de gran importancia para el cambio de la matriz energética que mediante el uso de las fuentes renovables de energía se propone el Estado cubano.

El compromiso trazado hasta el 2030 es cubrir el 24 por ciento de la electricidad que se consume en el país, con las energías eólica, solar, fotovoltaica y la biomasa forestal y cañera, para contribuir al desarrollo económico y social, y ahorrar combustible fósil.

La bioeléctrica, de tecnología china y ejecutada por la empresa mixta BioPower, se construye aledaña al central azucarero Ciro Redondo, en Ciego de Ávila y en las primeras pruebas realizadas generó con una sola caldera unos mil 550 megawatts en 72 horas.

Para los supervisores chinos y cubanos fue una satisfacción observar el funcionamiento de la planta, pues montar una fábrica de esa envergadura en la Isla, tuvo muchos contratiempos debido a las trabas generadas por el recrudecimiento del bloqueo económico y financiero impuesto por los Estados Unidos.

Adisney Peña, subdirector de la planta, señaló que fue muy fiable la primera prueba, mientras, la segunda será a mediados del mes de febrero, y en marzo, con la puesta en funcionamiento de la otra caldera, se espera genere 60 megawatts/hora, su máxima capacidad.

La bioeléctrica producirá energía limpia con el empleo de bagazo de caña y marabú y abastecerá el 50 por ciento de la electricidad que necesita la central provincia cubana de Ciego de Ávila, agregó.

Con un costo superior a los 182 millones de dólares, la unidad ahorrará al país cien mil barriles de petróleo al año, además, eliminará el bagacillo que esparce al entorno el ingenio azucarero, por lo que resulta de gran impacto ambiental para los habitantes de la comunidad cercana.

Actualmente es la mayor obra que ejecutan en Cuba vinculada al uso de fuentes renovables de energía y la primera de las 25 previstas en ingenios azucareros como parte de la política de desarrollo que tiene el gobierno cubano.

El objetivo del país es obtener 755 megawatts de energía con la biomasa, el 14 por ciento del total de la electricidad a generar mediante el uso de fuentes renovables, vital para proteger la naturaleza y no contaminar el medio ambiente.

A tono con esa estrategia del estado cubano, la provincia de Ciego de Avila dispone, además, de tres parques solares fotovoltaicos que funcionan con gran estabilidad productiva, los cuales aportan alrededor de 12 megawatts. Asimismo, cuenta con más de dos mil 190 calentadores solares instalados en círculos (guarderías) infantiles, hospitales, viviendas, hoteles, escuelas y entidades estatales, aditamento, que se produce en la fábrica Rensol, de la ciudad de Morón, única de su tipo en el país.

Igualmente en el territorio avileño funcionan unos 600 molinos de viento en unidades agropecuarias y 86 biodigestores, para la producción de biogás destinado a la cocción de alimentos en zonas rurales.

Por otro lado el sector agrícola también emplea la energía fotovoltaica en cuatro sistemas de riego y 106 bombas de agua, e introdujo secadores solares para el tratamiento de frutas y plantas medicinales.

Vale resaltar a un grupo de importantes empresas avileñas que sobresalen por emplear fuentes alternativas de energía en sus ciclos productivos, como son, la Agroindustrial Ceballos, Ciegoplast y el Centro de Bioalimentos, por citar algunas.

Otras vías de utilizar el sol y ahorrar combustible, es la ubicación de paneles para alimentar cercas eléctricas en el cuidado de cerdos y búfalos, y lámparas para la iluminación nocturna en el parque La Turbina ubicado en la capital provincial.

Desde hace varios años en zonas bien apartadas del territorio se usan paneles solares fotovoltaicos en la electrificación de escuelas, hospitales y consultorios médicos rurales.

La colaboración de las universidades y de centros científicos locales resulta primordial para todo ese desarrollo tecnológico en las instituciones estatales y sociales, con vistas a respaldar la voluntad política de desarrollo sostenible que lleva adelante Cuba.

Por Neisa Mesa del Toro/Corresponsal de Prensa Latina