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Fábrica de Refrescos de Camagüey aplica variantes y mantiene vitalidad productiva (+ Fotos)

Camagüey, 1ro sep.- Con casi cuatro décadas de fundada la Unidad Empresarial de Base (UEB) Fábrica de Refrescos 23 de Agosto, de la ciudad de Camagüey, garantiza la presencia de sus principales renglones productivos en la gastronomía y con destino a otros encargos estatales.

Julio César Molina Castellanos, director de la mencionada entidad perteneciente a la Empresa de Bebidas y Refrescos en la provincia, destacó que en la actualidad elaboran, entre otros surtidos, el sirope y el vino con el edulcorante neotame, materia prima que sustituye el azúcar, tiene altos estándares de calidad y goza de la aceptación por parte de los clientes.

“El neotame endulza entre nueve mil y 13 mil veces más que el azúcar y nos permite mantener un ritmo productivo estable, principalmente en el verano, etapa en la que se incrementaron las demandas, además de usarlo en otras elaboraciones alternativas como el coctel”.

En la etapa estival trabajaron en dos turnos con el objetivo de cumplir los compromisos y producir mil 200 paquetes diarios de refrescos, unido al incremento de mil bolsas en julio y agosto, y del sirope que en estos momentos se vende a niños de 7 a 13 años de edad.

Hasta la fecha, añadió, sobrecumplen los planes, y con excepción de la máquina de bolsas -de procedencia italiana-, aseguran el proceso fabril con una tecnología búlgara de muchos años de explotación, cuyo funcionamiento se mantiene gracias a los innovadores y racionalizadores ante las dificultades para adquirir piezas de repuesto.

“Realizamos encadenamientos productivos no solo para adquirir las materias primas, sino para encontrar soluciones a partir de la contribución de los trabajadores del área de mantenimiento y la experiencia de los fundadores”, agregó Molina Castellanos.

Uno de los innovadores es José Nuviola Pérez, operario integral con 32 años dedicados a la industria, quien asegura que el reto es mantener las producciones y buscar alternativas para satisfacer la demanda de la población agramontina y de otras provincias.

“Inicié impartiendo cursos a los jóvenes sobre el equipamiento y la puesta en marcha de la industria, en ese entonces trabajaba en la Empresa de Cervecería Tínima de Camagüey, y a luego de seis años me incorporé a la fábrica 23 de Agosto hasta nuestros días”, comentó.

Entre sus discípulas está la joven Dalila García Torres, graduada de Tecnología de los Alimentos, la cual refirió la revitalización de equipos dispensadores de refresco gaseado en unidades gastronómicas, y la variedad de licores tras la rehabilitación de una sopladora con varios meses en desuso por problemas mecánicos.

De la mano de entidades como Envases Flexibles y la Empresa Militar Industrial Ignacio Agramonte y Loynaz, también conocida como Planta Mecánica, y con la voluntad de más de 80 trabajadores, la Fábrica de Refrescos 23 de agosto, de Camagüey, no se detiene y aplica ingeniosas variantes para continuar asegurando importantes surtidos líquidos en la red comercial de la provincia. (Texto y fotos: Gladys Dailyn Morera Cordero/Radio Cadena Agramonte)