[:es]Experto italiano explica incidencia de gas radón en cáncer de pulmón[:]

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Roma, 28 jul .-Alessandro Miani, presidente de la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental (SIMA), explicó hoy aquí la responsabilidad del gas radón como segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo.

 

Durante una entrevista publicada en Salutee Benessere, de la agencia ANSA, Miani destacó que unas tres mil 200 personas en este país mueren por la exposición prolongada a este elemento químico, cuyo símbolo es Rn.

Está escrito como un gas noble radioactivo natural, inodoro, insípido, incoloro, por tanto imperceptible para los sentidos. La mayoría de sus componentes están en el medio ambiente, sobre todo en el suelo, en las minas uranio y fosfato, y como resultado de la combustión de carbón.

Los riesgos para la salud del Rn, destacó Miani, están asociados a su condición de gas radiactivo, principalmente las radiaciones alfa que afectan las células de los bronquiolos y los alvéolos pulmonares, modificando su ADN y creando la aparición del cáncer en ese importante órgano.

Según explicó Miani en sus declaraciones a la agencia italiana, los fumadores y los exfumadores son estadísticamente los más afectados: para ellos, el riesgo de muerte es 25 veces mayor con respecto a quien no tiene esa adicción y están expuesto a la misma cantidad de radón por igual tiempo.

En la entrevista se alude a un reciente estudio del Instituto Superior de Salud, donde se señala que el 10 por ciento de los aproximadamente 31 mil casos de cáncer del pulmón que ocurren cada año en Italia se le pueden atribuir al radón.

El Rn emerge del suelo y alcanza una altura de unos 80 centímetros, describió el directivo y apreció que esa es una ‘condición que expone a los niños, las personas e incluso las mascotas a mayores riesgos’.

Casas en planta baja o lugares deshabitados durante mucho tiempo son potencialmente los lugares más peligrosos, aunque no se excluyen concentraciones de radón en apartamentos ubicados en pisos altos, apuntó.

En tal caso aconsejó que ‘independientemente de la sospecha de la presencia de radón, sería una buena práctica abrir las ventanas cuatro o cinco veces al día durante cinco minutos en todos los espacios cerrados, desde los hogares hasta las oficinas’.

Un imple gesto, advirtió, capaz de reducir los niveles de todos los agentes de interiores contaminados, incluido el radón. (PL)

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