Esfuerzos en EE.UU. por limitar impacto de medidas contra Cuba

Washington, 10 may.- La coalición Engage Cuba instó a las partes interesadas en el acercamiento a la isla a tratar de influir en las nuevas medidas que prepara el Gobierno estadounidense contra el país caribeño.

 

El grupo, que promueve el fin del bloqueo impuesto por Washington a la nación vecina hace casi 60 años, ofreció este jueves una conferencia web sobre las acciones anunciadas por la administración de Donald Trump el pasado 17 de abril, su posible impacto y cómo los diferentes sectores se pueden involucrar para limitar sus efectos.

James Williams, presidente de la coalición, recordó que ese día el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, pronunció un discurso en Florida en el que anunció nuevas restricciones relacionadas con Cuba como limitar los viajes no familiares e imponer un máximo de mil dólares trimestrales al envío de remesas.

Normalmente cuando una administración realiza anuncios de ese tipo, como sucedió con las medidas sobre Cuba dadas a conocer en junio 2017, ocurre después de un proceso interagencias, y luego del discurso se dice cuáles serán los cambios regulatorios, manifestó el titular.

De acuerdo con Williams, eso no se comportó así en el caso de lo divulgado por Bolton, ya fuera porque el ejecutivo no estaba preparado, porque tenía temor de una filtración o porque internamente no había consenso entre las agencias y departamentos.

No sabemos con certeza, pero estamos en un punto crítico, porque significa que estas regulaciones no estaban escritas en el momento del discurso y que hay una oportunidad de realizar trabajo en torno a este proceso, consideró.

El presidente de Engage Cuba se refirió en particular a las regulaciones sobre las visitas a la isla como una de las áreas importantes en las que las personas interesadas pueden volverse activas, dado su impacto en la industria de viajes de Estados Unidos.

Los estadounidenses tienen prohibido ir a la mayor de las Antillas como turistas, y para viajar al país vecino deben hacerlo bajo 12 categorías autorizadas por el Gobierno norteamericano, de las cuales Williams señaló la de pueblo a pueblo como significativa por el flujo de personas que mueve.

Instamos fuertemente a las partes interesadas, la industria de viajes, estadounidenses y cubanoamericanos a, involucrarse en este tema, añadió el titular de la agrupación, quien sostuvo que el lenguaje usado por Bolton con respecto a este asunto fue vago.

En cuanto a lo relacionado con las remesas, estimó que pueden darse argumentos sólidos de por qué los límites propuestos no son solo arbitrarios sino dañinos para sectores en Cuba que necesitan esos envíos, como el sector privado que la administración de Trump dice querer ayudar.

Williams señaló que una de las formas de tomar parte en este proceso es hablando con funcionarios del ejecutivo del republicano, sobre todo en el Departamento de Estado, pero también en el Departamento del Tesoro y Comercio, o la propia Casa Blanca, y hacerles ver el interés en el tema y su importancia para el país.

En el caso del Congreso, señaló que aunque no tiene un papel directo en elaborar las nuevas regulaciones, sí tiene el rol de supervisar lo que hace la administración. ‘Además de buscar contactos en el Gobierno, pueden llamar a sus miembros del Congreso, tanto en sus distritos como en Washington DC’, apuntó.

Ante una pregunta de Prensa Latina, el titular de Engage Cuba respondió que hay muchas personas monitoreando la situación, tratando de educar a la administración y a los legisladores en el Capitolio, ‘pero necesitamos más, todos necesitamos involucrarnos’.

Desde su punto de vista, el momento de estar implicados en el tema es ahora, ‘porque en unos pocos meses puede ser muy tarde para influir en este proceso’.

El presidente de la coalición también abordó la decisión del Gobierno de Trump de activar desde el 2 de mayo el Título III y ampliar la aplicación del Título IV de la controvertida Ley Helms-Burton, una normativa que codifica el bloqueo a Cuba y remarca su carácter extraterritorial.

A través del Título III, ciudadanos de Estados Unidos pueden entablar demandas en las cortes de esta nación contra aquellas personas o entidades, incluso de terceros países, que inviertan en el territorio cubano en propiedades nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.

El IV, en tanto, permite a Estados Unidos negar visas a empresarios extranjeros que participen en inversiones con propiedades nacionalizadas en el territorio vecino.

Williams llamó la atención sobre el hecho de que las administraciones previas, e incluso la de Trump en un primer momento, se negaron a activar el Título III al verlo como un paso extremo que además es rechazado por aliados internacionales de Washington.

Asimismo, señaló que el acápite da la posibilidad de presentar reclamaciones incluso a cubanoamericanos que en el momento del triunfo revolucionario no eran ciudadanos de Estados Unidos, lo cual ‘no tiene precedentes en la ley internacional o de este país’.

Manifestó que esta medida afecta a empresas norteamericanas que ya tienen actividad en la nación caribeña, algo que no se tomó en cuenta cuando se aprobó la Helms-Burton en 1996 dada la ausencia de compañías estadounidenses en la isla, y perjudica el ambiente para negocios futuros.