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Entre todos podemos evitar que se pierda la vida y belleza, expresa pescador santacruceño

Santa Cruz Del Sur, 25 ago.- Las explicaciones bien detalladas revelan el caudal de conocimientos que tiene el octogenario René Cardoso Maldonado de las cayerías de Santa Cruz Del Sur, incluso de las que no sobrevivieron al embate de ciclones y huracanes.

Yo conozco todos los cayos de Las Doce Leguas. Allí llegaron haber 360; los pescadores les fueron poniendo nombres como por ejemplo La Rana y La hierba. Cualquiera no los sabe diferenciar. Unos cayos son más altos y otros más bajos, dijo.

Este hijo de pescador, ya fallecido, aseveró que los hombres como él, dedicados a igual faena, iban con sistematicidad a descansar a Contra Punteo y La Mejicana, enclavados en la alejada zona de Boca Rica.

Ahora en esos lugares está prohibida la entrada porque hay un criadero de caimanes. Es importante contribuir a cuidar la flora y la fauna como lo pidió muchas veces el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien recorrió esos sitios, manifestó.

René sabe de cayos afectados grandemente por la furia de los vientos de eventos meteorológicos.

Muchos dejaron de existir como Cayo Sardina, en Boca Rica. Allí nos arranchábamos todos los boteros, incluso si había mal tiempo, afirmó.

Cayo Atravesado, señaló el lugareño, tenía un estero y una formidable laguna. Era otro lugar propicio para guarecerse, aunque quedaba lejos de la zona de pesca.

Ése de igual manera se extinguió. Los ciclones acabaron también con Juan Grin, acotó.

El santacruceño Cardoso Maldonado está consciente de que cuando la naturaleza se enfurece no hay pescador capaz de detenerla ni con el anzuelo más afilado.

Pero entre todos, consideró, sí podemos evitar que se pierda la vida y belleza”.