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Entidades cubanas cooperarán a favor de fuentes renovables de energía

La Habana, 16 jun.- La Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (ATAC) y la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR), firmaron en esta capital un convenio de cooperación para formular y gestionar proyectos conjuntos.

Una de las iniciativas en ese sentido es el establecimiento de las bases para la  generalización de energías renovables y la prevención, mitigación y eliminación de las contaminaciones medio ambientales en la agroindustria azucarera, según el documento, suscrito por el M.Sc. Eduardo Lamadrid Martínez y el Dr.C. Luis Bérriz Pérez, presidentes de la ATAC y CUBASOLAR, respectivamente.

También facilitará la posibilidad de publicar en sus respectivas revistas trabajos científico-técnicos de interés común, con prioridad en la integración de ambas asociaciones a los institutos de investigación, universidades y otros centros que vinculan sus investigaciones a la agroindustria azucarera.

Promoverá la organización de talleres, conferencias, seminarios, cursos, eventos y otras actividades nacionales e internacionales, dirigidos al desarrollo de los procesos productivos y potenciar la investigación científico-técnica sobre el uso de las fuentes renovables de energía (FRE) en la agroindustria azucarera en Cuba.

En el texto se identifican las tecnologías de interés mutuo por desarrollar, entre ellas sustitución de la cogeneración tradicional actual por una más moderna, disminución de la humedad (secado) del bagazo, utilización óptima de los residuos agrícolas cañeros, almacenamiento de bagazo, así como el uso del marabú como combustible en calderas de los centrales y bioeléctricas.

Las restantes son las plantas de tratamiento térmico solar para semillas de caña de azúcar, la producción de biogás a partir de derivados de la producción azucarera, la utilización de arietes hidráulicos y bombas de agua con sistemas fotovoltaicos y eólicos, para sistemas de riego y otros, los residuales líquidos para fertiriego de la caña, la reducción de agua destilada con destiladores solares, medidas para su ahorro y la eficiencia energética en general.

Comprenden también la iluminación de almacenes de azúcar y alumbrado en general, secadores solares en productos agrícolas, sistemas híbridos bagazo-radiación solar para la generación de vapor y electricidad, redes energéticas locales y otras.

El cambio de la matriz energética en Cuba es vital por su alta dependencia de combustibles importados para la generación de electricidad y una de las acciones de ese proceso de transformación debe ser el aumento paulatino del índice de utilización de las FRE, de acuerdo con especialistas en la materia.

Sin embargo, en el caso de las FRE solo son empleadas el 4,3 %, equivalentes a la producción de 18 mil millones de Kw/h anuales.

Con vistas a incrementar capacidades, se construyen bioeléctricas en centrales azucareros, y  se apela además a instalaciones generadores de energía eólica, solar, fotovoltaica, y de hidroenergía, mediante el aprovechamiento de pequeños y medianos saltos de agua.

Gran porcentaje de esa energía se vinculará al Sistema Eléctrico Nacional, mediante  proyectos que contemplan la recuperación de la inversión en un período relativamente breve.

De acuerdo con estimados de CUBASOLAR, en el archipiélago se recibe anualmente un promedio de radiación solar superior a los mil 800 Kw/h  por metro cuadrado.

Precisó que las emisiones del astro rey sobre el territorio nacional pueden convertirlo en una potencia energética a partir de su empleo, el desarrollo del conocimiento y la tecnología. (ACN)