En las relaciones sexuales, escoger y protegerse, premisas para la salud
Santa Cruz del Sur, 28 may.- De nada valen después los lamentos y llantos desproporcionados cuando las personas se atreven a tener relaciones sexuales sin la debida protección. Creerse que el amor aparece como un milagro con sólo chasquiar los dedos.
Cuando no hay suficiente experiencia o se está en un momento de baja autoestima porque quizás recientemente la pareja que se tenía decidió no continuar juntos, se piensa que la solución al problema es como asegura el dicho: Un clavo saca otro. Eso pudiera ser de utilidad para los carpinteros, no en ese tipo de determinación.
Con ese dislocado actuar no se le hacemos daño a nadie, solo se perjudica el propio individuo al querer pasar página a toda velocidad. En momentos de crisis la comunicación con personas de confianza y experiencia es elemental. Torcer el camino conduce al oscuro abismo donde están las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Buscar sanas alternativas con la lectura de un libro, visitas a familiares y amistades, hacer caminatas, mirar hacia el horizonte por largo rato, escuchar música de nuestra preferencia, hacer ejercicio físicos, sembrar plantas ornamentales u otra agradable actividad ayudará a salir poco a poco del mal momento.
La vida pone a prueba en la ocasión menos pensada. Nunca se puede buscar la salida más fácil, es un error. El rato que se cree que pudiera ser apacible le podría dejar atado a un VIH-Sida, gonorrea, herpes genital, tricomoniasis, sífilis, entre otras patologías por un irresponsable descuido. Es vital y saludable evitar subirse a la cuerda floja de la promiscuidad, y practicar esa mal llamada expresión de “hacer el amor” cuando se trata de una relación efímera. (Imagen tomada de Internet)