[:es]El valor de las ideas martianas tiene larga raíz, como los árboles[:]
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Santa Cruz del Sur, 9 ene.- Muchas ideas pueden ser cinceladas. Esas y miles plenas de armonía, son las que se levantan pueblos. A las ideas salidas de buen corazón se les siente andar, cimentarse como el asta de bandera.
Ellas anidan en el pensamiento latinoamericano y caribeño. Están en la mente de cada cubano honesto, revolucionario, trabajador, solidario. Decididos todos, a la vez, a cumplir sus maduras expresiones, las ideas comunes.
Continúa el mal engendro, llamado imperialismo, queriendo imponerse, fecundar los endemoniados planes en el mundo. Afila las armas todos los días, fábrica trillones de papel moneda, el dólar; recluta a hombres que ha convertido en analfabetos. En fin, hace cualquier cosa sin importar las consecuencias. Tampoco atiende el reclamo internacional.
Pero a las ideas justas se les escucha venir, porque pisan fuerte el escabroso camino. Se arriman sin pedir disculpas, cuando es necesario, “estrangulando” los fanáticos planes del pulpo venenoso con careta de mansa águila. Que esta ave y el mencionado molusco disculpen en lo posible al reportero.
El imperio norteamericano cada vez más revuelto en su odio crónico se recarga las ganas de destruir el beneficio público, la libertad, el decoro, la concordia.
Trump, el presidente de los Estados Unidos desconoce, como los de su raza, la grandeza humana de José Martí, la utilidad de la obra escrita. Èl dejó redactado para la eternidad, muchas cosas. Fue ejemplo en la lucha, no Capitán Araña (a alguien que abandona en el último segundo un proyecto tras recabar el apoyo de otros se le tacha irónicamente de ser como el Capitán Araña, «que embarcaba a la gente y se quedaba en tierra», según reza un dicho que se remonta hasta el siglo XVIII).
Sin embargo esta expresión del Apóstol, tan sólo esta “… las ideas, como los árboles, han de venir de larga raíz, y de ser de suelo afín, para que prendan y prosperen…” debía el señor Donald Trump interpretarla de conjunto con sus socios enemigos acérrimos de la paz mundial. Si descifran el mensaje del enunciado martiano, tal vez comenzarían a darle mejor uso a la obsoleta política exterior hasta ahora empleada.[:]