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El magisterio como vocación: Mirian Hidalgo y el amor recíproco de sus estudiantes (+ Fotos)

Santa Cruz del Sur, 20.- Por el trato amoroso y la forma armoniosa de enseñarles los primeros conocimientos a través del juego y las actividades didácticas, los infantes de grupos de preescolar atendidos por la educadora Mirian Hidalgo Viamontes la quieren como un familiar allegado a ellos.

“Cuando van a dirigirse a mí, muchas veces en lugar de llamarme maestra, me dicen mamá, abuelita o me dan muchos besos y abrazos. Esas expresiones de mis alumnos afirman más en mí la importancia de seguir siendo útil a la Revolución cubana a través de esta profesión”, señaló.

La fémina fue inicialmente auxiliar pedagógica de grupos de quinto y sexto grados en la escuela primaria Ignacio Agramonte de esta localidad al sur camagüeyano.

“Cuando tuve la oportunidad de comenzar la Licenciatura en Educación Preescolar no demoré en matricular”, manifestó.

Familiares suyos fueron maestros. “Eso me despertó la vocación”, confesó.

Posteriormente las enseñanzas y orientaciones metodológicas de experimentados educadores santacruceños como Esther Molina, Luis Pérez y Alicia Pausa contribuyeron en su desarrollo profesional, resaltó.

Durante una etapa de las más de tres décadas de quehacer, Hidalgo Viamontes trabajó en la institución educativa de enseñanza especial Tania La Guerrillera, única de su tipo en este municipio.

“En esa institución obtuve destrezas pedagógicas y técnicas indispensables en el magisterio”, indicó.

Educadores como Mirian Hidalgo Viamontes demuestran que el amor, fomentado desde las primeras edades, es una fuerza poderosa que une a los seres humanos, y que continúa asegurada la formación integral de las presentes generaciones desde la edad preescolar.