El crucial arte de las habilitaciones en habanos de Cuba

La Habana, 24 ago.- Las habilitaciones constituye hoy un importante arte relacionado con la industria de los habanos, los puros Premium de esta nación muy reclamados en el mundo.

 

De ahí que datos suministrados por la corporación internacional Habanos S.A. reflejen a esos cigarros como arte por muchos motivos, entre ellos su ropaje, las habilitaciones de los cajones, sus anillas, aquello que mueve a conservar esas cajas de tabaco como recuerdo.

En tan lejana fecha como 1822 el arte litográfico acompañó al tabaco cubano en un engarce que seguiría hasta el presente.

El francés Santiago Lessieur inauguró en La Habana un pequeño taller que daría origen a esas decoraciones, una especie de sastre para los puros de la isla.

Sin embargo, el desarrollo verdadero de la litografía tabacalera apareció en 1840 con dos talleres europeos simultáneos, equipados de la mejor manera posible y con el concurso de los más significativos artesanos del momento.

Quedaron para la historia como las imprentas La de los españoles y La de los franceses, comentó en su momentos la investigadora cubana Zoila Lapique.

Estudiosa y conocedora a fondo de estos detalles gráficos, la especialista recuerda en sus artículos sobre el tema que las tintas, los equipos y las famosísimas piedras litográficas provenían de Europa.

Las habilitaciones constituyen el conjunto de etiquetas de distintas formas, tamaños y usos para decorar los envases de tabaco, y su gran impacto de color provendría de los años 80 del siglo XIX.

De hecho, los estilos de presentación de los habanos consideran seis formas fundamentales: con anilla, sin anilla, envuelto en cedro, tubo de aluminio, envuelto en papel Tisú y envuelto en Celofán.

A ello se suman distintos tipos de envases como caja habilitada, Semi boite nature o SBN, Caja de corredera o SLB, Cabinet boite nature, tipo 8-9-8, mazos, envases pequeños y especialidades.

Y todo ese engalanado se sintetiza, en el caso de las cajas habilitadas sobre todo, en algunos pasos de suma relevancia como la Cubierta, o la imagen que aparece sobre la parte superior del envase, y el Tapaclavo, sobre el clavo que asegura la tapa, por supuesto.

El muy conocido Filete es una franja decorativa que sella las uniones de la caja y el Costero, es otra franja, pero en este caso de colores vivos sobre sus extremos más cortos.

Por su parte, La Papeleta es un sello rectangular u oval para el lado más corto de la caja y el Larguero cubre los costados más dilatados como su misma palabra identifica.

Los dos últimos elementos de la habilitación son La Vista y el Bofetón, el primero celebra la marca y va en el interior de la tapa principal.

El segundo es una fina hoja de papel para proteger el tabaco y va en el interior de la caja y por lo general va decorada para complementar la ilustración de la Vista.

La anilla, por tanto es la expresión decorativa por antonomasia del puro, mientras, la caja también lleva grabado los Hierros, con datos que determinan la procedencia del tabaco.

Por tanto, la tradición litográfica cubana otorga a los habanos una distinción muy especial, artística, que todos reconocen en el planeta.

(Prensa Latina)