Disciplina en la vía: responsabilidad de conductores y peatones de localidad santacruceña (+ Fotos)
Santa Cruz del Sur, 30 ene.- La disciplina vial es responsabilidad a mantener por conductores y peatones de Santa Cruz del Sur. Tiene que ser práctica cotidiana, con la correspondiente cortesía como esencia, con el fin de proteger la vida y la salud de los pobladores.
Osvaldo Gallardo Rubio durante más de 14 años fue chofer de la antigua Base Municipal de Ómnibus.
“Nunca he tenido un contratiempo en la carretera. Soy muy precavido. Me he encargado de mantener la velocidad límite en cada tramo de la vía. Nunca ligo el alcohol con el timón”, argumentó.
El cauteloso conductor labora hace algún tiempo en uno de los ómnibus de la Base de Transporte Escolar.
“Tengo la tarea de trasladar alumnos hacia centros de estudio, incluso fuera del municipio. Procuro manejar la velocidad en la carretera que no excede los 60 kilómetros, como está orientado”, añadió preciso.
Silvino Guillermo Cañete Martínez aprendió las primeras lecciones de la conducción en la vía con su padre.
“Durante muchos años fui chofer en el Ministerio del Interior (MININT), luego en mi camión particular efectúe tiro de materiales de la construcción y de pasajeros hacia Camagüey. No he sido multado por infracción de tránsito”, recalcó.
“La prisa no es elegancia”, destacó el entrevistado. “Mis dos hijos son los encargados de manejar el camión, ya no puedo hacerlo por problemas de salud. A ellos los aconsejo todos los días. Son receptivos y respetuosos. Eso me alegra y mantiene tranquila a la familia”, puntualizó.
Esequiel Guerra Peña, jubilado del sector educacional, ha tenido motos de distintos modelos. Ahora es propietario de una moderna Suzuki 125.
“Hay que ser velador de las leyes del tránsito en ciudades y carreteras. Los conductores y peatones que no se guíen por éstas fracasan. La precaución no se puede perder de vista”, manifestó.
La seguridad vial contiene normas. Conocerlas desde lo teórico no basta hay que llevarlas a la práctica con responsabilidad suprema por toda la sociedad. Proteger la vida de cada ser humano desde lo individual es esencial para impedir se enluten las alegrías hogareñas.