Desarmar, estudiar e innovar: la solución para un equipo roto

Dentro de los proyectos del Centro de Ingeniería Clínica y Electromedicina (Cicem) están, por solo mencionar algunos, el panel de control cubano para las incubadoras destinadas a niños recién nacidos, las cunas térmicas, el ventilador pulmonar, las lámparas de salón, los filtros bacteriológicos y el desfibrilador.

El Cicem se ha convertido en un pilar del sostenimiento de los avances de la Salud Pública cubana. Los más de 3 400 electromédicos en todo el país, entre licenciados, ingenieros y técnicos, son los responsables de desarrollar, innovar y dar servicio de soporte y soluciones a equipos y tecnología en el sector.

Ese centro es el órgano rector de esta actividad, que se complementa con unidades provinciales y municipales, además de tener presencia en los hospitales y policlínicos, a través de los departamentos de Electromedicina, explicó a Granma Zholem Jorge Isacc, director del Cicem.

Por ello, agregó, la red les da respuesta rápida a las problemáticas que puedan existir dentro del Sistema Nacional de Salud, que algunas son solubles, pero otras dependen de importaciones de piezas y de las restricciones del bloqueo económico del Gobierno de Estados Unidos.

El directivo señaló que el 90 % de los trabajos que se hacen en el Cicem tienen que ver con la recuperación, una eficiencia que representó para el país un ahorro de recursos calculado entre 12 y 13 millones de dólares, solo en el año anterior.

Del Cicem nació el know-how del ventilador pulmonar cubano, un empeño logrado con el Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro) como con el Grupo de la Industria Electrónica, la Informática, la Automatización y las Comunicaciones (Gelect), un hecho que se desarrolló a partir de los especialistas certificados internacionalmente que se involucraron en las principales líneas de atención al paciente grave.

Con esas alianzas, comentó Sebastián Perera Vandrell, subdirector del Cicem, se demuestra el vínculo que siempre ha tenido la Electromedicina, incluso desde su fundación en 1959 por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con la producción de tecnología nacional y los nuevos encadenamientos productivos en la búsqueda de soluciones a diferentes problemas en el sector.

UN RETO POR LA VIDA

Si bien antes de la COVID-19 teníamos que resolver casos, incluso, en medio de cirugías, la capacidad de prueba de los electromédicos cubanos llegó con la pandemia, siendo el momento más crítico del trabajo del equipo del Cicem la situación que enfrentó el país con el oxígeno medicinal, destacó Jorge Isacc.

«Saber que de tu velocidad de reacción dependía la vida, no solo de un paciente, sino de varios, supuso un reto que comprendió búsquedas de alternativas y horas de estudio para aprovechar al máximo el oxígeno en los hospitales y poder llegar a todos con ese tratamiento», relató el directivo.

De igual forma, tuvieron que adaptarse los sistemas en los hospitales, proceso que mantuvo a los electromédicos de guardia, velando las presiones y alarmas en los equipos para enfrentar las situaciones que pudieran presentarse.

En la búsqueda de soluciones para la salud cubana, durante la COVID-19, especialistas del Cicem se percataron de la existencia de un riesgo de contaminación en las terapias intensivas, porque el nasobuco no era una barrera suficiente para el personal de trabajo, puntualizó Perera Vandrell.

La imposibilidad de disponer de un grupo de filtros bacteriológicos para los ventiladores pulmonares, sobre todo en el tema de gases expirados, creaba una situación crítica y un riesgo de contagio. Ante ello se dieron a la tarea de diseñar un prototipo de filtro cubano para evitar cualquier sintomatología respiratoria.

Luego de las primeras pruebas, los resultados preliminares arrojaron su efectividad, aunque existían determinadas variables de tipo constructivo que se modificaron hasta el diseño actual, un modelo impreso en 3D, en alianza con Cneuro, que iniciará los caminos de controles por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) para su producción a gran escala, tras las pruebas pertinentes.

Además, el Cicem llevó a cabo la instalación de todos los laboratorios de biología molecular que se crearon en el país desde el inicio de la pandemia, así como brindó el servicio técnico y trabajó en el diseño del local a partir de la experiencia acumulada.

AL RESCATE DE EQUIPOS MÉDICOS

Cuando un equipo se rompe, el tiempo que demora su reparación depende del nivel de complejidad que este presenta, «para nosotros, un equipo médico es como un paciente, y podemos asegurar que se trabaja a tiempo completo para resolver el problema», expresó el Director del Cicem.

Agregó que en el «centro mantenemos la premisa que, de roto para allá no hay más nada; por eso desarmarlo, estudiarlo y resolver el problema, de ahí es de donde salen las soluciones».

Otro de los proyectos impulsados, además de las incubadoras cubanas y las cunas térmicas, son las lámparas de los salones quirúrgicos, con la sustitución de los bombillos con tecnología LED.

Loables son las soluciones en la ventilación pediátrica, una labor que se inició en Cienfuegos para conocer el principal problema que atentaba contra el funcionamiento de estos dispositivos, vital para la vida de los niños en las terapias.

Jorge Isacc comentó que, tras intensas investigaciones, los ingenieros pudieron identificar el elemento electrónico que ocasionaba las fallas y, gracias a la sustitución de este, ya hay cinco ventiladores pediátricos recuperados.

El sistema integrado con que cuenta el Cicem, desarrollado en el centro y único de su tipo en Salud Pública, permite conocer en tiempo real la situación con el equipamiento médico en todo el país, y en un futuro se pretende extenderlo a las misiones internacionalistas, en las cuales también hay presencia de electromédicos.

De forma general, concluyó Jorge Isacc, todo el que investiga, innova y desarrolla es un científico y lo que más se hace en el Cicem es ciencia tecnológica a diario. Los electromédicos, desde el anonimato y con overoles, impulsan el desarrollo médico del país.

(tomado de Granma)