[:es]Derechos de los niños cubanos: más que utopía, realidad[:]

[:es]La palabra infancia se deriva del latín infans, que significa “mudo, incapaz de hablar, que no habla”. Este término se refiere al periodo de la vida humana comprendido entre el nacimiento y la adolescencia o comienzo de la pubertad.

En los últimos 40 o 50 años se ha empezado a prestar atención a este periodo de la vida, al establecerlo como un momento crucial en el desarrollo físico, intelectual, social y emocional de todo ser humano.

Generalmente este periodo de vida se divide en primera infancia, que constituye la etapa que va desde el nacimiento a los seis años; y en segunda infancia, que se refiere a la etapa entre seis y 12 años aproximadamente.

Durante esta etapa de la vida se producen cambios físicos muy notorios, el cuerpo del infante crece rápidamente. En los primeros años, aprende a gatear, caminar y a coordinar los movimientos. Más adelante, se adquiere un vocabulario y lenguaje completo. También durante la infancia se proporciona el desarrollo social y emocional.

Cuba es líder en la región para el desarrollo de la infancia, promoviendo un gran número de acciones intersectoriales desde el momento en que la mujer queda embarazada. El Estado cubano muestra en este sentido una fuerte voluntad política para garantizar el adecuado desarrollo y bienestar de los niños.

La Convención sobre los Derechos del Niño entró en vigor en esta Isla el 20 de septiembre de 1991, cuando fue publicado su texto íntegramente en la Gaceta Oficial, con una declaración. De esta manera, los derechos de la niñez y la adolescencia quedaron refrendados en un cuerpo legal.

Cuba se encuentra actualmente inmerso en un proceso de actualización de su modelo económico, basado en los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en 2011. Pese a esas transformaciones, ha habido en todo momento un compromiso explícito del Gobierno y las instituciones, de mantener los logros alcanzados en la protección de la infancia y la adolescencia.

Derechos de los niños cubanos: más que utopía, realidad

El Estado prioriza el desarrollo integral de la primera infancia con programas de educación y salud como el Programa de Atención Materno-Infantil, el Programa “Educa a tu hijo” y la atención en los círculos infantiles.

La atención a niños discapacitados es prioritaria en la política social dirigida a elevar su calidad de vida y la igualdad de oportunidades. El Ministerio de Educación y otras instituciones, aplican variantes de inclusión, con la incorporación de niñas, niños y adolescentes con discapacidades a las aulas de enseñanza regular en los niveles preescolar, primario y secundario.

De igual forma en pos de proteger la infancia en Cuba existen hogares para niños y niñas sin amparo familiar. Estas son regidas por el Ministerio de Educación, fundamentalmente a través de las direcciones de Educación Preescolar y Especial.

El Estado aporta a estas instituciones recursos humanos, materiales y financieros para que la vida en ellas se desarrolle de la manera más cercana posible a las condiciones de un hogar familiar, con número reducido de niños y niñas de no más de 20.

Los servicios de salud también han sido claves para realizar el derecho de los niños y niñas cubanos a la supervivencia y al desarrollo.

El Sistema Nacional de Salud, establecido en la década de 1960, ha sido dirigido hacia la atención primaria de salud. Con esa perspectiva, se crearon instituciones a cargo de los servicios de atención primaria de salud como puntos de entrada al sistema de salud: los policlínicos en 1976, y los consultorios del médico y la enfermera de la familia en 1984.

Hasta ahora hemos hablado de servicios básicos para la vida. Pero los infantes cubanos cuentan además con el derecho a la recreación. Para ello se desarrollan acciones que van desde las comunidades, con las Casas de Cultura y las actividades del INDER. Contamos también con varias compañías artístico-danzarias dedicadas al trabajo con los niños, entre ellas están La Colmenita, con varias sedes municipales a lo largo del país; y están también compañías como Lizt Alfonso y Habana Compás que cuentan con talleres y escuelas para los más pequeños.

Derechos de los niños cubanos: más que utopía, realidad

En este sentido, resaltan como derechos elementales y comunes a todos los niños: los derechos a la vida, la salud, el descanso, el esparcimiento, el juego, la creatividad y la recreación, a un nombre y una nacionalidad; a una familia; a la protección durante los conflictos armados, a la educación, que es obligatoria por lo menos en las etapas elementales.

A propósito de la celebración este primero de junio del Día Internacional de la Infancia, seamos testigos de cuántos beneficios disfrutan los infantes cubanos.

Todos los niños del mundo/ vamos una rueda a hacer/ en mil lenguas cantaremos/ en paz queremos crecer.

Esta es una estrofa de una popular canción infantil que desde pequeños oíamos cantar a muchos padres y maestros. Estrofa que ratifica que los derechos de los niños cubanos, más allá de utopías, son realidades.

(Tomado de Radio Rebelde)[:]