Delegada santacruceña facilita la vida a sus electores en tiempos de pandemia
Llegar a su hogar me fue un poco difícil porque, para algunas personas su nombre es el heredado de la abuela Cérgida y para otras es la popular Cary, la cederista y federada activa, entusiasta, preocupada y empeñada siempre en resolver las inquietudes de los electores de la circunscripción 58, en el consejo popular La Jagua, en el municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur.
En el recibimiento en su casa, además de la amabilidad y la confianza desmedidas – a tal punto que me sentía como en familia – no faltó el exquisito buchito de café, tan cubanísimo como esta mujer, que descendiente de afrocubanos, posee una energía que no le permite vacilar ni descansar cuando alguna situación requiere de su impulso.
Caridad Hernández Fernández es una de los 85 delegados del Poder Popular, que en este territorio están inmersos en múltiples tareas desde el barrio como parte de la lucha contra el nuevo coronavirus. Ella, junto con el resto de los integrantes de la zona de defensa, participa cada jornada en la reunión del órgano, donde se puntualizan las principales acciones a realizar para la protección de los grupos vulnerables y toda la población.
Las visitas diferenciadas a los adultos mayores que viven solos, apoyar en la distribución de los alimentos a los ancianos del Sistema de Atención a la Familia (SAF), la venta en las unidades de la Gastronomía de productos elaborados para llevar, además de otros como los módulos de aseo y el cloro, son labores que chequea diariamente.
Otras tareas ocupan también el tiempo de Cary y dentro de ellas el seguimiento a los pioneros que desde la casa se encuentran mirando las teleclases, la calidad del pesquisaje en la zona y el intercambio con los integrantes de las familias para enfatizar en la importancia de cumplir estrictamente las medidas de aislamiento social.
“Aunque hemos trabajado y la población está informada, aún persiste la indisciplina social en grupos etáreos al no usar correctamente el nasobuco, al permanecer en diferentes horarios en la calle, principalmente los abuelitos, que no quieren renunciar a su viaje cotidiano de buscar el pan en la bodega, a pesar que cuentan con una persona que les asista”.
“Aquí también tenemos un acompañamiento total del jefe del sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) del área, en la visita a las viviendas de los adolescentes y jóvenes que en horarios diurnos y nocturnos se observan en la calle y los cuales se exponen al contagio con la pandemia”.
En esta circunscripción uno de los principales problemas que aquejan al pueblo es el abasto de agua, donde han presentado múltiples dificultades y a pesar de las acciones ejecutadas por los obreros de la Unidad Empresarial de Base de Acueducto del sur agramontino, no llega el líquido vital a la mayoría de los electores.
Ante esta situación que causa malestar e insatisfacción en los ciudadanos de la zona más alta de la comunidad de Jagua 3, se realiza la distribución del agua en pipas, donde la delegada juega un rol esencial en contribuir a realizar este proceso de manera ordenada y en estos espacios también aprovecha para insistir en las medidas higiénico-sanitarias en los hogares, para protegerse de la Covid-19.
Además de estas labores, Cary forma parte del claustro de profesores de la Facultad Regional del Ministerio del Interior (MININT) de Camagüey, donde es planificadora docente. Allí tiene que alistar todos los procesos que intervienen en la preparación de los alumnos en las carreras de Licenciatura en Seguridad del Estado y en Derecho, las 2 especialidades que se estudian en la institución.
Para desarrollar su cometido como delegada y en la pedagogía, multiplica su esfuerzo y las ganas de hacer para llevarlo todo a la vez, aunque el tiempo no la acompañe siempre.
“Tengo un hijo de 24 años que coopera en los quehaceres de la casa hasta donde le es posible, pero mi esposo es reeducador en un establecimiento penitenciario y tiene que cumplir con sus funciones, entonces yo tengo que agenciármelas para hacer las tareas encomendadas y son días de acostarme a las 12 ó 3 de la madrugada porque las cosas de las casa y la atención a la familia van quedando en un segundo plano- pero bueno- siempre con la asistencia de los seres queridos vamos rebasando la situación”.
“Y así van pasando los días, pero no nos podemos detener porque la población y nuestra Revolución cuentan con nosotros y cuando tenemos una responsabilidad social hay que ponerla por encima de las necesidades individuales”.
Recorrer por carretera más de 20 kilómetros desde la ciudad cabecera de este municipio hasta la comunidad de Jagua 3, sirvió para conocer en profundidad a la santacruceña Caridad Hernández Fernández, un ejemplo de mujer, profesional y delegada del Poder Popular, que en tiempos de la Covid-19 protagoniza múltiples tareas desde el barrio, en aras de tramitar, minimizar o resolver los problemas del pueblo y así hacer más placenteros los días de sus electores, mientras se lucha contra esta pandemia.