Cultura y humanismo, esencias de los instructores de arte en Camagüey (+ Fotos)
Integrada por 722 profesionales, la Brigada de Instructores de Arte José Martí en Camagüey celebra este 18 de febrero el Día de los “valientes abanderados de la cultura y el humanismo” como los definiera el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en la primera graduación de quienes debían convertirse en “formadores de patriotas.”
Orgulloso de dirigir ese movimiento en la provincia Armando Gallo Piñeiro significó la impronta del Comandante en Jefe en los 18 años que ya acumula esa estructura juvenil:
“Cuando se hable del quehacer de los instructores de arte no se puede dejar de pensar en Fidel, principal artífice de este programa que surgió en medio de la Batalla de Ideas. Desde ese entonces hasta la actualidad nuestra misión ha sido muy clara: llegar hasta la base, trabajar con los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, fundamentalmente, para que encuentren en el arte una forma de retroalimentarse y de crecer espiritualmente”.
A esta celebración, en la que se recuerda siempre a Olga Alonso, paradigma de entrega a tan noble profesión, arriba la Brigada más fuerte y unida en el propósito de salvaguardar la cultura cubana desde las escuelas, la comunidad y en cualquier escenario social:
“Cuando se busquen ejemplos de solidaridad y de los más genuinos valores que nos identifican como cubanos es imposible no reconocer la abnegada labor de los instructores de arte. Precisamente nos corresponde continuar trabajando con los aficionados, mantener la voluntad de crear desde las diferentes manifestaciones artísticas y superarnos profesionalmente frente a la colonización cultural que se nos pretende imponer”.
Más allá de conducir los principales procesos de ese movimiento, corre por sus venas la vocación por las Artes Plásticas, especialidad en la que se formó como instructor de arte y de la cual siente un profundo orgullo:
“En lo personal siento que he alcanzado metas importantes, pues hoy se percibe un mayor respeto y reconocimiento social hacia el desempeño de la membresía. Aunque la presidencia me compromete casi todo el tiempo, siempre encuentro la oportunidad de transmitir, mover el pensamiento de las personas, proponer caminos para hacer volar la imaginación y lograr que el público para el que trabajamos se identifique con esta manifestación artística”.
Camagüey, como toda Cuba, enaltece hoy a sus instructores de arte, con el aplauso, el agradecimiento y la certeza de que, desde la música, la danza, el teatro, las artes visuales y la literatura, el patrimonio cultural de la nación perdurará entre las presentes y futuras generaciones.
(Tomado de Radio Cadena Agramonte)