Cuba y México ratifican voluntad de continuar estrechando nexos
Así lo hizo notar a través de su cuenta en Twitter el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, al referirse a los resultados del ‘cordial encuentro’ entre el presidente de su país, Miguel Díaz-Canel, y su anfitrión Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador dio la bienvenida este mediodía al visitante en el Patio de Honor del Palacio Nacional antes de sostener una reunión privada.
Ya en su habitual conferencia de prensa matutina, el mandatario mexicano había significado que la presencia aquí de su par de la isla resulta importante ‘porque el pueblo cubano y el mexicano son pueblos hermanos’.
En el caso de Cuba -puntualizó- el vínculo es histórico, pues México siempre ha tenido muy buena relación con el pueblo y gobierno de Cuba, remarcó.
Anticipó además que en general conversarían sobre la posibilidad de desarrollar un programa en el corto o mediano plazo; no hay nada preciso, pero sí la voluntad que haya cooperación, señaló.
Por su parte, y poco después de llegar a esta urbe, Díaz-Canel manifestó la emoción que significa ‘volver al entrañable México, tan ligado a nuestra historia y a la de toda Latinoamérica’, ahora como flamante presidente de la República, tras ser elegido el 10 de octubre último.
Televisoras locales, en tanto, destacaron que esta es la tercera visita de Díaz-Canel a México. La primera se produjo en 2014, cuando en su condición de primer vicepresidente asistió en Veracruz a la XXIV Cumbre Iberoamericana, donde se debatieron temas de educación e innovación. Cuatro años después, y en entonces como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, concurrió el 1 de diciembre de 2018 a la toma de posesión de López Obrador.
México constituye un relevante actor político regional que, como Cuba, defiende los principios consagrados en la carta de las Naciones Unidas y considera que el camino para América Latina y el Caribe es el de la integración basada en la cooperación, complementariedad y la solidaridad.
Las dos naciones resguardan también con firmeza fundamentos como la no intervención en los asuntos internos de otros países; la igualdad jurídica de los Estados; la no injerencia, y el respeto a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos. (Prensa Latina)