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Cuba aplica ciencia a producción propia de materiales de construcción

La Habana, 25 jul.-Aplicar ciencia a la producción nacional de materiales de la construcción, para responder a demandas internas y sustituir importaciones, es prioridad hoy en Cuba, afirmaron en una reunión con la presencia del presidente, Miguel Díaz-Canel.

 

En el encuentro, en el que también participaron el primer ministro, Manuel Marrero; y la vice primera ministra Inés María Chapman, se chequeó la marcha del programa nacional hidráulico, lo que permitió conocer algunos de los proyectos en los que se trabaja.

Soluciones para las pérdidas de agua de los canales que existen en el país, la obtención de cemento de bajo carbono y la fabricación en el territorio de las tizas que requieren las aulas para el curso escolar, figuran entre los renglones que se desarrollan actualmente.

Todos tienen en común sus posibilidades para sustituir importaciones, pero también para convertirse en rubros exportables, se resaltó en el intercambio.

‘Tenemos productos, materias primas, tecnologías y, sobre todo, tenemos el capital humano, solo necesitamos mirar un poquito más hacia dentro, hacia ese importante sector que es la ciencia’, destacó el director del Centro de Investigación y Desarrollo de Materiales (Cidem), José Fernando Martirena.

Martirena comentó que esa institución, perteneciente a la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, labora en una fórmula autocompactante con los aditivos producidos por el Ministerio de la Construcción (Micons), lo que debe solucionar la pérdida de agua en los canales.

La isla cuenta con cientos de kilómetros de estos, construidos con losas prefabricadas unidas entre sí por juntas de baja impermeabilidad, lo que ocasiona la pérdida de volúmenes considerables de agua.

La nueva fórmula, que debe estar lista para las pruebas en uno o dos meses, permitiría poner fin a ese problema.

El Cidem trabaja, además, en la producción de tizas para cubrir las necesidades de las escuelas, utilizando materias primas nacionales como el carbonato y el yeso.

Esa institución es la creadora del cemento de bajo carbono, que se produce ya a escala experimental y resulta más barato que los tradicionales, además de que propicia la reducción en un 35 por ciento de las emisiones de carbono a la atmósfera y es más resistente, por lo que es excelente para naciones insulares.

Asimismo, se empeña en la producción de extensores para el cemento Portland, de morteros para las fachadas de los edificios del Malecón de La Habana, y de un equipo para la producción local de materiales de la construcción, que está en funcionamiento en 570 talleres del país. (Prensa Latina)